CAMBIOS EN UN CENTRO SANITARIO DE REFERENCIA

La Generalitat toma las riendas del hospital de Sant Joan de Reus para sanearlo

Hospital Universitari Sant Joan de Reus

Hospital Universitari Sant Joan de Reus / periodico

ESTHER CELMA / REUS

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El hospital universitario de Sant Joan de Reus, de última generación, con una plantilla de unos mil trabajadores con un convenio laboral propio, un presupuesto de más de 100 millones de euros al año y centro de referencia en Oncología dejará de ser el próximo 1 de enero totalmente propiedad de la ciudad tarragonense. La Conselleria de Salut y el ayuntamiento de la capital del Baix Camp han acordado crear un consorcio dominado al 55% por la Generalitat para, según sus artífices, dar un impulso a unas instalaciones que cerraron el 2016 con un déficit de 8.423.448,89 euros y que este año incluso puede superarlo, indican fuentes próximas a la dirección.

El 'conseller' de Salut, Antoni Comin, en una visita el pasado martes al hospital, anunció la creación de un nuevo órgano gestor del centro sanitario. No se ha decidido aún el nombre, aunque jurídicamente solo puede ser un consorcio.

La Generalitat y el Ayuntamiento de Reus deberán ratificar esta fórmula y consensuar los detalles y los equilibrios de poder. Comín ha asegurado que la presidencia estará en manos municipales, a la vez que ha animado a la plantilla sanitaria, que se ha movilizado estas últimas semanas, a “dormir tranquilos”.

Lo merecen, asegura la presidenta del comité de empresa, Alicia Martín,comité de empresa Alicia Martín pero todavía reinan los nervios y como “todo es muy incipiente y no sabemos apenas nada”, han pedido por escrito una reunión urgente con Comín y con Noemí Llauradó (ERC), presidenta del consejo de administración de la sociedad municipal Sagessa, gestora del hospital de Sant Joan que debe afrontar el déficit. "Nos dicen que respetarán las condiciones laborales. Sin embargo, hay muchas dudas”, resume Martín.

NÚMEROS ROJOS

La falta de equilibrio financiero del hospital, como si fuera un agujero negro, atrae a las cuentas municipales hacia los números rojos. El extinto grupo de empresas municipales Innova, ahora investigado por un juez por una presunta trama de corrupción, avanzó los 120 millones de euros que costó el centro, inaugurado en el 2010. La Generalitat ha pagado la mitad y el hospital paga siete millones de euros anuales en concepto de alquiler. Este dinero lo asumirá el nuevo consorcio, aunque ahora hay que buscar la fórmula para que nazca saneado.

Es muy “incipiente” conocer los detalles de la nueva gorbernanza del hospital, según Llauradó. Está convencida de que “si el proveedor sanitario principal es Salut, es bueno que estén, ya que son los planificadores y los compradores de servicios y esto demuestra una apuesta por este hospital”. No lo ve así el portavoz del grupo municipal socialista, Andreu Martín, quien denuncia que “regalan el hospital a cambio de nada y se cargan un modelo sanitario de 30 años por su mala gestión”.

La entrada de la Generalitat significará “que las decisiones se tomarán desde Barcelona” y, con toda probabilidad, dejará de ser referente en enfermedades del cáncer a favor del Institut Català d'Oncologia, con sede en Hospitalet del Llobregat, según fuentes próximas a la dirección. Llauradó le quita importancia porque “son regiones sanitarias distintas”.

En lo que queda del año, el hospital deberá esmerarse en no generar más déficit. De momento, no ha desplegado el plan de viabilidad hecho por Antares Consulting porque “en febrero nos dieron un avance, pero esperamos la versión definitiva”, justifica Llauradó. Mientras, el calendario corre hacia el 1 de enero.