La política policial catalana

Furgoneta bajo sospecha

Despliegue 8 Un agente antidisturbios de los Mossos apunta con su arma durante la huelga general del pasado 14 de noviembre en Barcelona.

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VÍCTOR VARGAS LLAMAS
BARCELONA

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De forma paralela a que los forenses independientes contrastaran que el tipo de herida por la que Ester Quintana perdió un ojo se corresponde con el impacto de una pelota de goma, el juez que instruye el caso ha centrado su atención en las tres furgonetas de los Mossos d'Esquadra presentes en la zona y el momento en que se produjo el fatídico suceso. En concreto, sobre una de ellas. Cuatro de los seis ocupantes del vehículo, identificado como DRAGO 40 y que estacionó en la confluencia de la Gran Via con el paseo de Gràcia, comparecerán el próximo lunes para declarar en calidad de testigos.

Las unidades antidisturbios de los Mossos están formadas por entre cinco y siete integrantes. En el caso de la DRAGO 40 había seis. De manera que solo dos miembros de ese vehículo no han sido citados a dependencias judiciales. Se trata del mando y del escopetero que formaban parte del equipo y sobre los que el juez se reserva la opción de ordenar su comparecencia en un futuro, así como la condición con que irían a declarar. En otros casos similares, una medida como esta ha ido seguida de la imputación de aquellos integrantes que no hubieran declarado como testigos.

La DRAGO 40 es una de las tres furgonetas de los Mossos que estacionaron en la zona donde Quintana perdió el ojo. Todo indica que se trata del vehículo que estaba ubicado en la esquina mar-Llobregat de paseo de Gràcia-Gran Via. Sin embargo, en el rastreo de comunicaciones policiales de la noche de la huelga general del 14 de noviembre no se ha detectado que ninguna de estas tres unidades móviles recibiera la orden de instancias superiores para el lanzamiento de pelotas de goma, según fuentes judiciales.

El aval del forense

Mientras el juez instructor analiza la actuación de la policía autonómica desplegada en la zona, los peritos independientes consultados para identificar la naturaleza de la herida de Quintana avalaron ayer las tesis de la acusación y de las asociaciones contra este tipo de proyectiles.«Se confirma lo que Ester mantiene desde el primer momento, lo que todos sabemos. Todos, con excepción de Interior, claro», afirmó Nicola Tanno, portavoz de Stop Bales de Goma y que perdió un ojo la noche en que España ganó el Mundial, el 2010. Tanno mostró su reconocimiento a la«presión social»que, según dijo, permite que las investigaciones se desarrollen con diligencia. Y pidió al director general de los Mossos, Manel Prat, que, una vez los forenses atribuyen la lesión de Quintana a una pelota de goma, cumpla su palabra y dimita, como declaró que haría a EL PERIÓDICO el pasado 16 de diciembre.

Mar Rubiralta, portavoz de Ojo con tu Ojo, se sumó a la petición.«Volvemos a pedir su renuncia. Y en cada nueva ocasión, más cargados de razones», relató Rubiralta. Sin embargo, dijo no tener demasiadas esperanzas de que esto suceda,«dados los precedentes».En esa misma línea de escepticismo se mostró Tanno, quien también fue muy crítico con las declaraciones del actualconsellerde Interior, Ramon Espadaler, por dejar la responsabilidad del futuro de las pelotas de goma en manos de los Mossos. «La decisión debe recaer en la comisión creada para tal fin en el Parlament, para que la responsabilidad recaiga en los representantes democráticos del pueblo», dijo Tanno.