Diplomacia y seguridad

Francisco Vázquez: «Relegar la ley de libertad religiosa fue un acierto»

Francisco Vázquez, embajador español ante la Santa Sede.

Francisco Vázquez, embajador español ante la Santa Sede.

ANTONIO M. YAGÜE
MADRID

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Católico practicante, el socialista gallego Francisco Vázquez está a punto de dejar la embajada española ante la Santa Sede. Candidato mejor situado a ocupar la vacante de Defensor del Pueblo, considera el viaje papal a Barcelona y Santiago el broche de oro de sus cuatro años al frente de la embajada más antigua del mundo.

-¿Qué asuntos perturban hoy las relaciones Iglesia-Estado?

-En estos momentos, ninguno. Incluso el tema de la religión se resolvió tras el acuerdo sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Hoy, las relaciones con la Iglesia son magníficas y no hay en el horizonte ningún tema que las distorsione.

-¿La visita del presidente Zapatero en junio al Vaticano ayudó a superar las tensiones?

-Fue muy importante. Yo defendí su presencia. Aquella reunión de más de 30 minutos es inusual en el Vaticano. Además, ha habido un flujo constante de visitas, hasta 11 al más alto nivel, y en un clima de diálogo, que han fructificado en importantes acuerdos como el de la financiación de la Iglesia, imposible en 30 años de democracia e incluso con los gobiernos del PP.

-¿Cuál fue el momento más crítico de las relaciones Gobierno-Iglesia?

-La aprobación de la ley del aborto en abril, aunque también se ha legislado sobre él en otros países. La postura del Vaticano frente a estas leyes es la misma en todos ellos. No es cierto que haya tenido una oposición especial frente a España.

-¿Ha acertado Zapatero al relegar la ley de libertad religiosa?

-Sí. Coincido con él en que lo prioritario es afrontar la crisis económica y no hay que abrir frentes nuevos o distintos con esta ley.

-¿Se mantendrá el buen tono con el ministro Jáuregui, el nuevo interlocutor?

--Habrá continuidad con Jáuregui y con Rubalcaba. Tanto De la Vega, que lo ha hecho magníficamente, como sus sucesores siempre siguen la política que marca el presidente.

-¿Cree, como el Papa, que España está muy secularizada y debe recuperar sus raíces cristianas?

-El Papa lo dice de toda Europa, no hace una mención singular a España. Habla sobre todo de la pérdida de las señas de identidad. Le preocupa que se pierda esa combinación de fe y cultura, razón y fe, surgida del diálogo entre la Iglesia y la Ilustración.

-¿Benedicto XVI está afrontando el gran problema de la pederastia?

--Sin duda. Ha sido el primer Papa que ha dado una respuesta clara y contundente. Ha introducido la postura de que si bien la Iglesia debe pedir perdón, a su vez se denuncie ante la justicia humana y que ésta juzgue y condene a quienes cometan estos delitos tan aberrantes.

-¿La visita será rentable económicamente?

--Los beneficios, incluso económicos, son incalculables. El coste del viaje es mínimo comparado con los grandes beneficios de proyección, imagen, conocimiento y publicidad que proporciona. Gran parte del gasto lo pagarán las diócesis y los de seguridad son inferiores a los de la visita de cualquier otro jefe de Estado.

-¿Y en el caso de Catalunya?

- ¿Puede haber una mejor promoción o presentación del templo de la Sagrada Familia que sea consagrado por el Papa y retransmitido por medios de todo el mundo?

-¿Con qué bandera o banderas cree habría que recibir al Papa?

--El Papa es la figura más distante de cualquier visión local. Es el cabeza de una iglesia que se define como universal. Hay que recibirlo con corazones limpios, la oración en la boca y el aplauso en las manos. En catalán, en español o en gallego. Se le habla y se reza en muchas lenguas. La bandera es lo de menos.

-¿Qué le parece que el catalán tenga por primera vez una presencia destacada en los actos litúrgicos?

--Me alegro muchísimo. El Papa es bávaro, de un país dentro de Alemania, con una tradición y una lengua propias. Por eso pronunciará en Galicia una parte de su oración en gallego y en Catalunya, en catalán.

-¿Le parece un feo que Zapatero no vaya a la misa ni a recibir al Papa en Santiago?

-Eso es anecdótico. El Papa se va a ver arropado en todo momento por el Gobierno, con el presidente en Barcelona, el vicepresidente en Santiago y cuatro ministros. Que Zapatero asista o no a esa misa, no tiene importancia. Ya expresó su deseo de estar con él y va a ir despedirlo.

-¿Teme protestas contra el Papa como las del Reino Unido?

-La protesta fue una gota de agua, una anécdota, si se compara con los cientos miles de personas que estuvieron con él. Habrá quien busque llamar la atención, pero por cada opositor habrá más de 10.000 fieles encantados de recibirle.

-¿Qué le gusta más al Papa de Catalunya?

-Le llamaba mucho la atención el templo de la Sagrada Família y la espiritualidad catalana que emana de Monserrat.