NUEVO IMPULSO A LA RENOVACIÓN DE LA IGLESIA

Francisco profundiza en la reforma del banco vaticano

Sede del Instituto para las Obras de Religión (IOR) del Vaticano.

Sede del Instituto para las Obras de Religión (IOR) del Vaticano.

IRENE SAVIO
ROMA

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Jorge Mario Bergoglio llegó hace apenas dos años a la silla de San Pedro pero no ha estado quieto en ella. El último capítulo de su frenética actividad como Papa se concretó el miércoles con la firma de un acuerdo fiscal entre la Santa Sede y el Gobierno de Italia, que incluye el intercambio de información bancaria desde el 2009 y la posibilidad de repatriación de capitales. Lo que, dicho en palabras más terrenales, significa que el Papa argentino sigue en su intento de renovar al Vaticano y poner punto y aparte a los escándalos del pequeño Estado, incluidos los económicos que en estos años han vuelto a acechar a la Iglesia.

En concreto, el inédito pacto con Italia -el primero de este tipo jamás firmado por el Vaticano- tiene en la mira acabar con un contencioso entre ambos países que se remonta al 2010. Año, ese, en el que la Fiscalía de Roma confiscó 23 millones de euros al Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano, por haber incurrido en un posible delito contra las normas europeas del lavado de dinero. La acción provocó, acto seguido, un tira y afloja entre quienes, dentro y fuera del Vaticano, se negaban a dar transparencia a las cuentas de la institución y quienes sí abogaban por ello.

Una de las normas más relevantes del nuevo acuerdo es la que establece que, si las autoridades italianas lo solicitan, el Vaticano entregará «las informaciones verosímilmente pertinentes» sobre la actividad bancaria de sus clientes, señala un comunicado vaticano. «Eso no es baladí. Pues, aun manteniendo el Vaticano cierto control, por primera vez Italia no deberá emitir una rogatoria internacional para acceder a esa información: podrá dirigirse directamente a las autoridades vaticanas», explicó el vaticanista Iacopo Scaramuzzi.

Además, el acuerdo también dictamina que las rentas de las personas físicas y jurídicas con cuentas en el IOR estarán sujetas al pago de impuestos en Italia a partir de la declaración de renta del 2014, lo que permitirá hacer caja a Italia. Por el contrario, seguirán exentos de pagar tributos a Italia los bienes inmuebles vaticanos que se encuentran en suelo italiano.