Un joven de Ciutat Vella tiene ocho veces más riesgo de fracaso escolar que uno de Sarrià

Pese a la mejora de resultados que han registrado en los últimos años los estudiantes que terminan la educación obligatoria en Barcelona, el riesgo de fracaso escolar de un alumno en Ciutat Vella multiplica por ocho al de un joven de Sarrià-Sant Gervasi. O lo que es lo mismo: mientras un 35,5% de los alumnos de cuarto de ESO del distrito del centro de la ciudad suspenden las pruebas de competencias de básicast, en Sarrià el porcentaje baja al 4,5%. El promedio en el conjunto de la capital catalana es del 11,5%.  

Barcelona es, en términos generales, un municipio con una aceptable oferta de oportunidades educativas, pero los recursos están mal repatidos. Como ocurre con la desigual distribución de la riqueza, también desde el punto de vista educativo, Barcelona es una ciudad con un grave déficit de equidad, según recoge el Informe de Oportunidades Educativas, elaborado el Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona y presentado este miércoles por el ayuntamiento.

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La mala distribución territorial y las condiciones socioeconómicas de las familias que viven en cada distrito son las principales causantes, según el informe, de la inequidad. "Hay zonas donde se registra una menor escolarización de los niños de entre cero y dos años, donde se produce una mayor segregación escolar [y la consiguiente aparición de guetos] y donde se dan peores resultados educativos", constata el estudio, el primero de estas características que se hace en la ciudad.

Entre los desfavorecidos destacan la ya citada Ciutat Vella y el distrito de Nou Barris, pero "una mirada más detallada" también permitiría detectar barrios cuya realidad "queda escondida tras las grandes cifras del distrito".

EN LA GUARDERÍA Y LAS EXTRAESCOLARES

¿En qué aspectos se notan más las diferencias entre ricos y pobres? Primero, en el uso que se hace de las guarderías o la denominada educación de la primera infancia. Aunque desde el 2006, el porcentaje de alumnos de jardines de infancia de la ciudad ha pasado del 32,5% al 42,5%, Ciutat Vella es el distrito, según señala el informe, "con la tasa de escolarización de niños de cero a dos años más baja (26,7%)". El principal argumento que dan las familias que prefieren quedarse con el niño en casa es, en este caso, el del precio.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"La escuela p\u00fablica gana terreno","text":"A la espera de que en las pr\u00f3ximas semanas se conozcan los datos definitivos de la preinscripci\u00f3n escolar, todo apunta a que la escuela p\u00fablica y la concertada podr\u00edan quedar empatadas en n\u00famero de alumnos el pr\u00f3ximo curso 2017-2018 en la ciudad de Barcelona. Ser\u00eda la primera vez que ocurra en la ciudad. Hay distritos, como el de Sant Mart\u00ed, donde el 60% de los ni\u00f1os en edad escolar ya van a centros p\u00fablicos. En Sarri\u00e0-Sant Gervasi solo son el 13,5%.\u00a0"}}

"También es considerablemente inferior al conjunto de la ciudad en Nou Barris (37,4%) y en Horta-Guinardó (35,5%). En el otro extremo, en Sarrià-Sant Gervasi y en Les Corts, alrededor del 58% de los niños son escolarizados antes de los 3 años", dice.

La teniente de alcalde de Derechos Sociales del consistorio, Laia Ortiz, ha admitido que una de las asignaturas pendientes de análisis será la utilización y el impacto que tienen las actividades de refuerzo escolar que se realizan en las zonas más desfavorecidas. Pese a que los distritos que concentran el mayor número de centros educativos de alta complejidad socioeconómica son también los que tienen más recursos de apoyo escolar, se da la circunstancia de que son también los que tienen más dificultades para superar las pruebas de competencias básicas, según recoge el estudio.

Entre sus conclusiones, el informe reclama más inversión para reducir el número de alumnos por aula en los centros educativos más desfavorecidos, reforzar los equipos docentes de estas escuelas y los programas de refuerzo escolar. Además, para combatir la segregación, la concejala Ortiz se ha mostrado partidaria de reducir las dimensiones de las zonas educativas para que la selección de colegio sea más igualitaria.