La UE fracasa de nuevo en su intento de prorrogar el uso del glifosato

La abstención de siete países, entre ellos Alemania, Francia e Italia, impide la renovación de la autorización que caduca a finales de junio

Un avión fumiga con glifosato una plantación en Colombia.

Un avión fumiga con glifosato una plantación en Colombia.

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El tiempo se agota y los gobiernos de la Unión Europea siguen sin encontrar la mayoría cualificada necesaria para prorrogar la autorización del uso del glifosato en Europaautorización del uso del glifosato en Europa. Se trata de un componente clave de uno de los herbicidas más utilizados en todo el mundo y que ha suscitado una gran controversia en los últimos meses debido a la sospecha de que podría ser cancerígeno. El próximo 30 de junio expira el actual permiso y la Comisión Europea ha vuelto a fallar en su intento de revalidar la licencia.

Aunque durante la reunión del comité permanente sobre plantas, animales y alimentos, que reúne a expertos de los 28 y de la Comisión, celebrado este lunes solo un Estado miembro ha votado en contra –Malta- otros siete se han abstenido -AlemaniaFranciaItaliaGreciaAustria, Portugal y Luxemburgo- lo que ha impedido al Ejecutivo comunitario obtener la mayoría cualificada necesaria para sacar adelante su enésima oferta de compromiso. 20 Estados miembros, que representaban al 52% de la población de la UE, daban vía libre a la última propuesta pero el umbral se quedaba por debajo del 55% necesario.

El resultado es un nuevo intento fallido, el tercero en lo que llevamos de año, y mucha presión para el colegio de comisarios que evaluará la situación en la reunión semanal que mantendrá este martes en Estrasburgo. “Los Estados miembros han tomado una decisión y mañana (martes) lo discutirá el colegio de comisarios” pero “la responsabilidad es de los Estados miembros”, ha recordado un portavoz comunitario urgiendo a los gobiernos a asumir sus responsabilidades y a “no esconderse detrás de la Comisión”. El Ejecutivo comunitario tiene potestad para autorizar el uso en caso de que no exista una mayoría clara pero quiere evitar a toda costa llegar a esa situación.

La propuesta inicial de Bruselas abogaba por renovar la autorización durante un período de 15 años. Posteriormente y ante las discrepancias existentes, rebajó el plazo hasta los 9 años y finalmente se contentó con prorrogar el uso del glifosato hasta el 31 de diciembre de 2017, otros 18 meses, el tiempo suficiente para que la agencia europea de los productos químicos (ECHA en sus siglas en inglés) elabore un nuevo informe técnico sobre la carcinogenicidad del componente. Ninguna de estas ofertas, sin embargo, ha calado ante opiniones muy divergentes.

INFORMES CONTRADICTORIOS

El centro internacional contra el cáncer, dependiente de la OMS, lanzó la voz de alarma en marzo de 2015 cuando publicó un informe en el que decía que el glifosato podía ser cancerígeno. La agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA en inglés) respondió seis meses después con un dictamen en el que consideraba la posibilidad de improbable, lo mismo que un comité de expertos conjunto de la FAO y la OMS que en mayo de este año restaba credibilidad a la posibilidad de que supusiera un riesgo a través de la alimentación.

En Bruselas insisten en que hay tiempo para tomar una decisión, que la próxima etapa podría ser acudir al comité de apelaciones, donde también están representados los 28, y que la Comisión ha hecho todo lo que estaba en su mano por encontrar una “solución adecuada”. A juicio de Greenpeace, este nuevo fracaso demuestra que los gobiernos tienen dudas sobre el uso del glifosato cuya autorización inicial expiró en junio de 2012 y desde entonces ha sido prorrogada en dos ocasiones.

“Es escandaloso pero no inusual que la Comisión mantenga pesticidas peligrosos en el mercado aún después de que la licencia haya expirado”, ha criticado la organización ecologista a través de un comunicado en el que considera la renovación de la autorización como “oler gas y rehusar evacuar para comprobar si hay fugas”. Según los datos de esta oenegé, la Comisión Europea ha extendido la licencia de 37 pesticidas incluidas algunas sustancias que la agencia ECHA ha clasificado como amenaza para la salud.