INCIDENTE EN EL SUBTERRÁNEO DE LA CAPITAL CATALANA

El fiscal exige 3 años de prisión por una agresión racista en el Metro de BCN

Un adulto y dos adolescentes participaron en el acto, lo grabaron y lo colgaron en internet

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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El fiscal para los delitos de odio y discriminaciónMiguel Ángel Aguilar, ha pedido en su escrito de acusación tres años de cárcel y multas por un delito contra la integridad moral, otro de provocación a la discriminación y falta de lesiones para Jaume S., un joven neonazi que participó junto a los adolescentes Vladislav T. y Aleix S, de 17 años, en una agresión racista a un muchacho nacido en Mongolia en un vagón del Metro de Barcelona el 28 de junio de 2014. El adulto será juzgado por la jurisdicción ordenario y los adolescentes por la de menores. Vladislav se enfrentan a dos años de internamiento en régímen cerrado y Alexis a 18 meses de libertad vigilada.

En un escrito, el fiscal sostiene que Jaume S., junto con los dos menores, accedieron  sobre las 22.35 horas en la estación de plaza Universistat de la Línea 1, donde subieron en el metro. A la altura de la estación de Fabra i Puig "seleccionaron a un pasajero al ver sus rasgos asiáticos", según la acusación pública. Uno de los menores, Vladislav, se acercó a la víctima y le dijo de forma despectiva "qué te pasa a ti, chino", y le exigió que se fuese, mientras el acusado mayor de edad y su hermano se pusieron al lado para intimidarlo "jactándose y riéndose de los actos vejatorios".

Acción "sumamente" agresiva

Desde el primer momento, Jaume S., tal y como se había planeado, grabó los hechos cuando "de forma súbita y sumamente agresiva". Vadislav comenzó a golpear a la víctima de forma reiterada, propinándole puñetazos en todo el cuerpo, sobre todo en la cara. La víctima trató de defenderse como pudo, pero los golpes no cesaron hasta que usuarios del metro intervinieron y consiguieron separarlo. Después, los tres agresores abandonaron el lugar.

Después, para hacer propaganda de la agresión, colgó el vídeo (pixelando la imagen de la víctima para que no fuese reconocida) en perfiles en los que se retrata con un tapabocas con una cruz céltica, símbolo usado por grupos de skinheads de ideología nacional-socialista. Al tener una gran cantidad de seguidores (en Twitter, Youtube y Google +) "consiguió su objetivo de propagar y multiplicar de forma indiscriminada en Internet los hechos", con el consiguiente daño moral a la víctima.

El acusado Jaume S. colgaba en estas redes sociales expresiones exaltando la violencia contra los judíos, gitanos, comunistas, homosexuales, inmigrantes y aframericanos, entre otras minorías, "defendiendo a ultranza la supremacía de la 'raza aria' sobre las demás". Tras la trascendencia mediática que tuvieron los hechos, borró sus perfiles tratando de eliminar cualquier vestigio sobre su participación.