PROCESO JUDICIAL CONTRA AFICIONADOS RADICALES DEL BARÇA

El fiscal exige 120 años de cárcel para el jefe de los Casuals por 17 delitos

La acusación reclama prisión para 29 miembros de una organización que extorsionaba discotecas

J. G. ALBALAT / Barcelona

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La Fiscalía de Barcelona reclama en su escrito de acusación 119 años de prisión por 17 delitos contraRicardo Mateo, un jefe de losCasuals, la facción más violenta de losBoixos Nois, que dirigía a un grupo organizado que presuntamente extorsionana a discotecas de Barcelona, daban palizas por encargo, incluso dentro de la cárcel, y vendían droga. En total, la acusación pública solicita penas de cárcel (la mínima de dos años) para 29 personas. Otros procesados se enfrentan también a altas peticiones de condena: Alejandro Miquel Villegas, a 41 años; Antonio Torn, a 33 años, y Cesar Ivan Muñoz, a 70 años. Hasta 17 delitos relata la fiscalía, entre ellos asociación ilícita e intento de asesinato.

La acusación sostiene desde el 2006, la mayoría de los procesados, “con un exclusivo propósito de obtener ímprobos beneficios económicos, se concertó para la comisión sistemática y profesionalizada de acciones principalmente contra la propiedad, la integridad física y la libertad ajena”. El grupo, relata, se agrupó de forma estable bajo una estricta jerarquía en torno al procesado Ricardo Mateo.

Según la fiscalía, “la banda criminal", además de dedicarse también al tráfico de drogas, desplegó “innumerables acciones, siempre gratuitas, indiscriminadas y violentas en los ambientes del hampa y en el mundo del ocio nocturno” de Barcelona, creándose como nombre reconocible el de Casuals. Aparte de adoptar una indumentaria y apariencia estética similar, “practicaron, con otros, una fanatismo violento en torno al Fútbol Club Barcelona”, exteriorizaban mediante la exhibición de signos cercanos al nacional-socialismo, con “propósito fuertemente intimidatorio”.

Grupo jerarquizado

Según la investigación, los casuals implicados crearon una organización que se inició con atracos a narcotraficantes y, desde ahí, cada vez fueron diversificando más sus actividades con negocios como la extorsión, el tráfico de drogas y las agresiones por encargo. El núcleo duro lo formaban una docena de individuos. La red tenía una estructura jerarquizada (de ahí la asociación ilícita). Estaba integrada por dos subgrupos: los casuals, tipos violentos de unos 40 años de edad y con un amplio historial delictivo, y los minicasuals, jóvenes obnubilados por el aura de los mayores. Había un tercer nivel formado por simpatizantes que colaboraban en las acciones. Una rama de esta red está implicada en la agresión de un grupo de subasteros (figuran como acusados dos familiares del derechistaAlberto Royuela, que se enfrentan a 55 años de cárcel ) a miembros de la competencia