Un referente de excelencia

Finlandia, el faro del norte

Atentos 8 Alumnos de tercer curso de primaria en un colegio de Vaasa, en la costa oeste finlandesa.

Atentos 8 Alumnos de tercer curso de primaria en un colegio de Vaasa, en la costa oeste finlandesa.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Finlandia es el modelo, el ejemplo a seguir. Finlandia y su exitoso sistema educativo, sus magníficos resultados en las pruebas delInforme PISA, esas que valoran las competencias que tienen los alumnos en todo el mundo. Finlandia y su firme apuesta por la calidad del profesorado. «Llevan 35 años trabajando y mejorando el modelo», argumenta Francesc Xavier Melgarejo, pedagogo, psicólogo y autor de una tesis doctoral en la que se analizan las virtudes de la escuela finlandesa.«Y no solo mantienen la primera posición en el Informe PISA, sino que cada año superan sus propios resultados», destaca Inger Enkvirst, profesora de la Universidad de Lund, en Suecia.

Una de las claves de ese elogiadísmo modelo es el capital humano de que dispone, aseguran los expertos.«No se trata de dinero, sino de la calidad de su profesorado, de la forma cómo se relacionan las personas que participan en el sistema», afirmaba hace unos días la profesora Enkvirst, en una conferencia tituladaEl éxito finlandés en educación. De hecho, ni los salarios que perciben los docentes, ni las inversiones que realizan las administraciones públicas del país nórdico son muy distintas a las de otros países europeos, entre ellos España.

Existe, no obstante, una diferencia que para Melgarejo es fundamental: en Finlandia, los directores de los colegios son escogidos por una junta municipal de educación, formada por políticos y distintos asesores pedagógicos. «Eso significa, en definitiva, que si alguno no hace bien su trabajo, al cabo de cuatro años será sustituido»,observa el pedagogo catalán, que invirtió 13 años en conocer en profundidad el funcionamiento del sistema finlandés.

Y son los directores los que deciden cómo debe ser el centro educativo que se le ha encomendado gestionar, cuáles serán sus especialidades y, sobre todo, con qué equipo de profesores quiere conseguir esos objetivos.«Las escuelas son centros adaptados a su entorno, a su barrio y a las necesidades de sus estudiantes», relata Melgarejo.

Profesión de prestigio

El modelo finlandés parte del prestigio, del reconocimiento social que tiene la profesión.«Es un sistema un poco chapado a la antigua: nadie discute una orden del profesor»,admite, por su parte, la catedrática sueca, que es autora de numerosas publicaciones sobre el fenómeno. Existe un consenso entre director, profesores y padres. «Los docentes finlandeses no pierden su tiempo en reuniones. Ellos enseñan y tienen un director que es quien se encarga de los contactos con el exterior, de organizar el funcionamiento de la escuela»,explica Enkvirst.

Otra peculiaridad del modelo nórdico:«aunque cada colegio debe dar cumplimiento a un currículo común en todo el país, cada centro tiene autonomía para decidir cómo lo aplica»,indica Melgarejo. Así, «si una escuela opta, por ejemplo, por potenciar el aspecto musical de sus alumnos, el director tiene potestad para contratar a profesores con sensibilidad o conocimientos musicales, aunque sean de otras disciplinas».Lo mismo ocurre con las artes plásticas, o con el inglés...

Espíritu de superación

Una de las razones del éxito de Finlandia es, según el subdirector del departamento de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, el hecho de que en ese país haya calado la idea de que hay que vivir del conocimiento. Schleicher aseguró ayer que los mejores resultados de los estudiantes se dan en países con pocos recursos naturales o en aquellos que si los tienen, en lugar de vivir directamente de ellos, los ahorran.

«El valor que un país da a la educación parece depender al menos en parte de la visión que se tiene de cómo el conocimiento y las competencias influyen en su nivel de vida»,destacó. Finlandia es el mejor ejemplo, como lo son también Corea del Sur, Singapur o Israel, cuyos alumnos obtienen unos resultados muy superiores a los de vecinos ricos en petróleo.