Felicidades, Mr. Newton

La sonda Rosetta ha llegado al cometa 67P/Chu-ryumov / Gerasimenko. Ha sido un viaje largo y complejo: ha encontrado el cometa, ha viajado junto a él y finalmente ha lanzado un módulo sobre su superficie. Es un extraordinario hito científico y tecnológico. La ciencia en la que está basado todo ello es la que propuso Isaac Newton hace más de 300 años.

La meta tecnológica de la misión Rosetta es sin duda excepcional. Se lanzó al espacio hace diez años para analizar un pequeño cometa que mide solo cuatro kilómetros de largo. Ha recorrido 6.000 millones de kilómetros hasta su destino, y para ello necesitó aproximarse dos veces a la Tierra y una a Marte, planetas que le dieron el impulso gravitatorio para acelerarla y fijar su trayectoria.

La misión ha costado 1.400 millones de euros a la Agencia Espacial Europea, a la que España contribuye con un 9%. Se puede discutir si el dinero está bien empleado, aunque debe recordarse que han sido invertidos en empresas que han tenido que desarrollar tecnologías que en algunos casos servirán a los ciudadanos. Pero la motivación es una búsqueda que solo tiene la utilidad de aumentar nuestro conocimiento sobre el origen y la evolución del sistema solar. Es posible que en los cometas haya alguna información nueva sobre el origen de la vida en la Tierra.

La ciencia que hay detrás del viaje se propuso hace más de 300 años. Newton, desarrollando ideas de Galileo, definió las leyes de las que salió la Mecánica Celeste y que han permitido predecir con una precisión el largo viaje de la sonda y encontrar en la inmensidad del sistema solar el cuerpo minúsculo de un cometa.

Puede que obtengamos algún secreto sobre preguntas esenciales de nuestro origen. Es un gran éxito para la tecnología, pero también una demostración de la capacidad de la ciencia de predecir el comportamiento de los objetos con una enorme precisión. Esto es lo que quería conseguir Isaac Newton. Felicidades.