INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL CON PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA

Un fármaco experimental podría curar la malaria por un dólar

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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Un equipo internacional de investigadores ha descubierto un nuevo compuesto contra la malaria que en las pruebas en laboratorio, con ratones, ha mostrado un amplio potencial curativo. La molécula, llamada DDD107498 o simplemente 498, ataca el protozoo Plasmodium falciparium, el parásito responsable de la enfermedad, en todas las fases del ciclo de vida.

«El compuesto no solo ha mostrado efectos curativos muy buenos, sino que además parece bloquear la transmisión de la enfermedad en las nuevas picaduras del mosquito y tiene un poder protector», explica la primera firmante del trabajo, Beatriz Baragaña, investigadora española que trabaja en la Universidad de Dundee, en el Reino Unido. Baragaña, química y médica que estudió en la Universidad de Oviedo y reside en Escocia desde hace 14 años, explica que la droga podría utilizarse en una sola dosis y su fabricación sería barata, menos de un dólar. «Esto es esencial teniendo en cuenta los potenciales usuarios», explica a este diario desde Dundee.

Según la Organización Mundial de la Salud, la malaria o paludismo es una de las peores enfermedades en términos de mortalidad, con 584.000 decesos anuales, gran parte niños y mujeres embarazados en países del África subsahariana. Además, cada año se producen unos 200 millones de casos.

La investigación, publicada enla revista Nature, ha sido coordinada por Ian Gilbert (Universidad de Dundee), con investigadores españoles, estadounidenses, australianos, suizos y holandeses.

«Tenemos una necesidad urgente de encontrar nuevos fármacos terapéuticos -prosigue la investigadora- porque los que existen actualmente tienen un enorme problema de resistencias». El último fármaco efectivo salió al mercado hace 20 años.

EL DESARROLLO / El DDD107498, que fue desarrollado a partir de un programa de cribado contra el parásito de la malaria en su estadio en sangre (había 4.700 buenos candidatos), bloquea la síntesis de proteína en el parásito y lo mata. Muy posiblemente, el compuesto podría emplearse con otros fármacos antimaláricos para dificultar aún más el desarrollo de resistencias, afirma Baragaña.

Como el plasmodio de la malaria no afecta a los ratones, lo que se ha hecho es crear unos ratones que sí se pueden infectar. Estas pruebas se han desarrollado en las instalaciones de Glaxosmithkline en Tres Cantos (Madrid). Los resultados son muy prometedores, pero no definitivos, además de que es necesario probar el fármaco con animales de un tamaño superior. Una de las claves es analizar su posible toxicidad. Los ensayos en humanos podrían empezar en 12 meses.