LAGUNAS EN LA INVESTIGACIÓN DEL CRIMINAL MÁS BUSCADO DE MADRID

Un fallo en los datos policiales retrasó la 'caza' del pederasta

Un agente de la policía científica durante el resgistro, ayer, del piso al que el pederasta llevaba a las niñas.

Un agente de la policía científica durante el resgistro, ayer, del piso al que el pederasta llevaba a las niñas.

MANUEL VILASERÓ / MAYKA NAVARRO / MADRID / BARCELONA

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Si el pederasta que ha tenido en vilo a Madrid durante un año vivía y abusaba de las menores en Hortaleza, limítrofe con el barrio (Ciudad Lineal) donde secuestró a la mayoría de las niñasy había sido condenado por una agresión llevada a cabo con idéntico método, ¿por qué no se le identificó y detuvo antes? Varios expertos se plantearon ayer esta pregunta a la que el jefe superior de policía de Madrid, Alfonso Fernández Díez, dio una respuesta preocupante. En las bases de datos de la policía, Antonio Ortiz figuraba como autor de una detención ilegal, pero de su condena a nueve años de cárcel por pederastia, ni rastro.

«Había sido condenado por agresión sexual pero la policía lo desconocía», reconoció sin tapujos en una entrevista televisiva el hombre que ha dirigido lo que su ministro, Jorge Fernández Díaz, calificó de la investigación más compleja a la que ha tenido que hacer frente la policía y que se habría podido simplificar con una información más completa.

CAMINO DEL COLEGIO

Precisamente una de las cuestiones que se airearon durante la investigación, que duró casi un año pero se aceleró a partir de la agresión del pasado abril, es que la policía estaba repasando la lista de todos los agresores sexuales de Madrid con los datos que se tenían hasta ese momento. Lo que nadie podía sospechar es que en esta lista no figurara alguien que en 1998 fue condenado a nueve años de cárcel por violar a una niña de siete. En este caso la pequeña iba al colegio y la hizo subir al coche agarrándola de la mano. El mismo modus operandi usado en alguno de sus ocho ataques (tres quedaron en tentativa) en Ciudad Lineal y cercanías.

Esa primera agresión conocida se produjo en Fuencarral, a 10 minutos en coche del piso donde en los últimos meses abusó de la mayoría de las víctimas. Además del testimonio de la niña, los restos de semen en su ropa interior fueron determinantes en la condena. Tras consumar la agresión, condujo por Madrid hasta que soltó a la niña a unos 500 metros de donde la había secuestrado.

Con los años Ortiz ha perfeccionado su método para no ser identificado, pero a medida que se sumaban las agresiones y no era arrestado, su sensación de impunidad le hizo bajar la guardia y cometer errores clave para la investigación. En el quinto caso de agresión consumado, desconocido hasta ahora y registrado en julio, se llevó de una calle de Coslada a una china de siete años a la casa de esta mediante engaños y aprovechando que la menor tenía la llave colgada del cuello.

PROYECTO DEL GOBIERNO

El error de las bases de datos policiales no es el único del que se benefició este depredador sexual. La Audiencia Provincial de Madrid decidió en el 2006, cuando aún le quedaban dos años de condena, concederle el tercer grado pese a los informes desfavorables de la junta de tratamiento de la cárcel y el juez de vigilancia penitenciaria. «La evolución del penado permite considerar muy debilitados a estas alturas» los «factores de inadaptación», lo que para la Audiencia se había traducido «en un cambio positivo de su autocontrol, autoestima y valores».

El Gobierno anunció el pasado abril una reforma legal que podría contribuir a acabar con estos errores. Se trata de la creación de un registro de pederastas que unificaría los datos de fiscalía, policías e instituciones penitenciarias. Su objetivo es más ambicioso que ayudar a las investigaciones policiales. Pretende evitar que los pederastas condenados trabajen como pediatras, maestros, entrenadores o cualquier otra actividad con pequeños.