LA VÍCTIMA

El fallecido acababa ayer el contrato en el instituto

Abel Martínez Oliva.

Abel Martínez Oliva.

EVA VISA / LLEIDA

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La fatalidad quiso que Abel encontrara la muerte de forma trágica a manos de un alumno de 13 años el mismo día que acababa su sustitución como profesor interino de Ciencias Sociales en el IES Joan Fuster de Barcelona. El niño le clavó un cuchillo en el pecho cuando acudió a socorrer a una compañera que acababa de ser agredida en otra clase.

Abel Martínez Oliva, de 35 años y natural de Lleida, trabajaba como sustituto de maestro desde el curso 2008-2009. Desde entonces iba encadenando sustituciones en diferentes centros educativos, tanto de primaria como de secundaria. Su primer destino fue en la escuela Sant Roc de Bossòst (Vall d'Aran). Después trabajó en la escuela La Sèquia de Manresa y en el Instituto Aiguaviva de Mollet del Vallès. Incluso dio clases a domicilio a estudiantes que estaban enfermos. A Abel le gustaba su profesión y no le importaba aceptar un trabajo por muy lejos que estuviera de su domicilio o por poco tiempo que durara.

Clase de historia

Este año había tenido poca suerte en los nombramientos realizados por el Departament de Ensenyament. Este curso trabajó desde el 1 de octubre hasta el 9 de enero en un centro de Sitges. El pasado lunes, tras tres meses sin dar clases, se incorporó al Joan Fuster para sustituir una semana a una profesora de baja por enfermedad. El último día de trabajo, ayer, acabó de la forma más trágica posible: muerto por un alumno del centro. Abel estaba dando clase de Historia cuando oyó un gran alboroto en un aula próxima y al salir al pasillo para comprobar a qué se debían los gritos fue apuñalado por M. en el tórax.

Abel residía con sus padres, Lorenzo y Mª Pilar, en una vivienda del barrio de Cappont de la capital del Segre. Después del suceso, dos ambulancias se trasladaron ayer hasta el domicilio, en la calle Vilaller, para atender psicológicamente a los familiares del profesor fallecido, quienes prefirieron guardar silencio y no realizar ningún tipo de declaración a los medios de comunicación.

Abel realizó los estudios de secundaria en el IES Manuel de Montsuar de Lleida. Luego cursó Magisterio y se licenció en Historia en la Universitat de Lleida. Siempre tuvo muy claro que quería dedicarse a la docencia. Por este motivo, más tarde obtuvo el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica), el título necesario para ejercer de profesor de secundaria. Las prácticas las realizó en su instituto leridano. Su tutor, Jaume Cortada, explicó ayer, conmovido, que era un joven «con muchas ganas». Vivía en Lleida, aunque sabía que en Barcelona era más fácil ejercer su profesión. "A él le daba igual dónde, lo que quería era estar en un aula con los niños", señaló.

Cortada aún no se cree que uno de sus alumnos aventajados haya fallecido. Este curso Abel le mandó un mensaje para decirle que estaba muy contento porque le habían llamado para dar clases en un instituto y le había pedido consejo sobre dónde encontrar material didáctico para prepararse mejor las clases. "Tenía un carácter especial, conectaba muy bien con los alumnos", afirmó.

El Ayuntamiento de Lleida decretó ayer un día de duelo oficial por la muerte del profesor y ha suspendido todos los actos oficiales previstos para el día de hoy.