Fallece un niño tras sufrir una reacción alérgica en una granja escuela de un municipio madrileño

El menor no podía tomar lácteos, e ingirió un yogur de soja

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Un niño de 6 años ha fallecido esta noche en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles tras ser trasladado al centro sanitario en estado crítico después de que sufriera una reacción alérgica mientras se encontraba de excursión en una granja escuela en el municipio madrileño de Villanueva de Perales.

Fuentes de la investigación han señalado que el menor era intolerante a la lactosa y que presentaba problemas respiratorios. En concreto, era asmático y los profesores que le acompañaban en la actividad, del colegio Nuestra Señora de las Maravillas, en la capital, estaban al corriente.

De hecho, según la inscripción que tuvo que hacer el menor para ir a la granja, a la que tuvo acceso la Policía Nacional en el hospital de Móstoles, donde falleció, con la letra de la madre se puede leer "claramente" que el pequeño estaba con un tratamiento médico por asma, que tenía una alergia alimentaria, en concreto a las proteínas de la leche y que era "muy alérgico".

Según los profesores, el menor presentaba problemas respiratorios 48 horas antes de la incidencia y fue tratado con ventolín. En la cena de anoche, le proporcionaron un yogur de soja y tras ingerirlo su estado empeoró, llegando incluso a tener los labios azules.

En el momento en que el menor tomó el yogur comenzó a sufrir dificultad respiratoria por lo que los monitores comunicaron con su familia que les explicaron cómo tenían que aplicar la medicación que el menor había llevado al campamento.

Evitable, según los expertos

Casos como este pueden ser "evitables", según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap).Los niños diagnosticados con alergias alimentarias graves "deben llevar siempre dos auto-inyectores de adrenalina", advierte en un comunicado el doctor Luis Echeverría, vicepresidente del congreso de Seicap, que se está celebrando en Madrid.

"Los pediatras alergólogos tenemos la función de detectar estos niños de posible riesgo para instaurar las medidas preventivas posibles, educar y entrenar a estos niños y a sus familias en el tratamiento con adrenalina, que es la única terapia que puede generalmente controlar una reacción anafiláctica grave cuando se administra de forma precoz", señala.

Además, "es necesaria una adecuada formación de los profesionales que tienen relación con los niños en el reconocimiento y manejo de las posibles reacciones alérgicas, ya que las reacciones anafilácticas pueden producirse inesperadamente y en cualquier medio cuando se produce una transgresión dietética".

En España, a diferencia de lo que ocurre en otros países, no existen protocolos de actuación nacionales sobre el tratamiento de las reacciones alérgicas graves para profesionales no médicos en contacto con los niños (profesores, monitores, personal de restauración, etc.)