Una limpieza empantanada

La extracción de residuos tóxicos de Flix se reinició hace cuatro meses, tras ocho de parón de los trabajos de descontaminación

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SÍLVIA BERBÍS / FLIX

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Hace prácticamente un año que se detuvo la extracción de residuos tóxicos del embalse de Flix. Habían transcurrido 32 meses de retirada de lodos contaminados, en ejecución de un proyecto que se expuso ante la opinión pública como modélico. Pronto se supo que como mucho podía ser un modelo de desaguisado.

La decapitación de la cúpula de la empresa pública Acuamed, responsable de las obras, por presunta corrupción -un caso de recorte irregular de costes que salpicó incluso a esta actuación emblemática-, fue sembrando la duda sobre el alcance real de la limpieza. Además, quedaron dos hectómetros cúbicos de agua contaminada aún confinada, y unas instalaciones igualmente corrompidas, las utilizadas para el tratamiento de un millón de toneladas de lodos tóxicos.

RECUPERACIÓN ENCARRILADA

Tras meses de incertidumbre, hace cuatro semanas regresó la actividad extractiva al embalse. El ayuntamiento exigió conocer en qué punto se encuentra su anhelado deseo de borrar por completo la huella pérfida de Ercros en el embalse, y tras meses de desesperante silencio, hay un atisbo de respuesta. Acuamed ha encargado tomar muestras del agua y de la base de lodos que persiste en el pantano para comprobar su estado y evaluar si es preciso continuar con las extracciones para garantizar que no haya riesgo en el río. “Se extraerán más del doble de muestras que en los análisis anteriores y serán analizadas por expertos independientes”, asegura el alcalde, Marc Mur.

Flix sigue con la mirada pendiente en el embalse, aunque se permite cierto alivio al comprobar que, por lo menos, no ha quedado en el olvido. “Después de tantas reivindicaciones y de mucho luchar, por lo menos parece que la recuperación del pantano vuelve a encarrilarse y esperamos conocer, antes de final de año, si serán necesarias obras complementarias”, afirma Mur. “En cualquier caso, se ha extraído el grueso de la montaña tóxica, de manera que aunque es cierto que ahora nos preocupan los terrenos fuera del río, también hay que reconocer la importancia de esa descontaminación, que esperamos que concluya como debe ser”, añade el profesor Joan Grimalt. Él, junto con el investigador de la Universitat de Barcelona (UB) Narcís Prat, participará en la auditoria independiente que reclamaron el ayuntamiento y la Generalitat al Estado sobre el proceso de limpieza del pantano.