LOS EFECTOS DE LA CRISIS EN LA ENSEÑANZA

Eva Amorín: "El dinero me sirve para pagar el alquiler y ser independiente"

Esta joven estudiante de Educación Infantil es también dependienta en una tienda de ropa Furest

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MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Eva Amorín tiene un contrato a tiempo parcial como dependienta en una tienda de ropa Furest en el centro comercial La Maquinista de Barcelona. Dedica todas las tardes de su semana a combinar americanas con camisas, a meter alfileres en los bajos de los pantalones y a doblar y volver a doblar montones de jerseis y camisetas. “Me da para vivir con lo básico”, asegura. Paga el alquiler del piso que comparte con su novio y se da algún pequeño capricho de vez en cuando. “No demasiados, pero al menos puedo tener cierta independencia”, comenta.

La otra cara de Eva Amorín es la de una joven estudiante de primer curso del grado de Educación Infantil en la Universitat de Barcelona (UB). Allí, en el campus de Mundet, esta alumna de 21 años aprieta para poder sacárselo todo este año. “Las lenguas, el catalán y el castellano son lo que más me está costando”, confiesa. Pero se ve con posibilidades. La carrera se la pagan sus padres -”es que yo, con mis ingresos, no llego”, se justifica-, porque no tiene beca de estudios. “La verdad es que no me enteré y cuando me informaron ya era demasiado tarde, pero estaré pendiente para el próximo curso, a ver si lo consigo”, dice.

DIRECCIONES DISTINTAS

Las dos caras de Eva, la estudiante de mañanas y la dependienta de tardes, la convierten en un buen ejemplo de los miles de universitarios que en Catalunya trabajan en empleos que no están directamente relacionados con aquello que estudian. Son, según la investigación realizada por el Grup de Recerca en Educació i Treball (GRET) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en torno a un 22% de los jóvenes que estudian en los campus universitarios catalanes.

El estudio constata asimismo que los estudiantes que trabajan a tiempo parcial en puestos no relacionados con lo que estudian son los que, según las estadísticas, más difícil lo tienen para encontrar un empleo una vez terminada la carrera. Sobre todo si son hijos de familias con estudios primarios.

Para paliar estas desventajas, los autores del estudio recomiendan a las universidades y a la Administración que adopten medidas de apoyo específicas para estos estudiantes. Entre otras, sugieren  por ejemplo que amplíen la oferta de estudios semipresenciales, que creen servicios de ayuda en plataformas virtuales, que mejoren la accesibilidad y la flexibilidad del profesorado y que introduzcan mecanismos para minimizar la penalización académica que les supone el hecho de trabajar.