El naufragio de un megaproyecto

Eurovegas planta a Madrid

Los terrenos de Alcorcón donde se iba a levantar Eurovegas.

Los terrenos de Alcorcón donde se iba a levantar Eurovegas.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Eurovegas se desvanece. Tras más de dos años de intensas negociaciones con una pugna Madrid-Barcelona incluida, Sheldon Adelson reveló ayer que el macroproyecto de casinos, hoteles y zonas de ocio se aleja de Europa. Con ese portazo definitivo desaparece una inversión de 30.000 millones de dólares en la localidad madrileña de Alcorcón y la promesa de crear 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos, según las siempre generosas estimaciones de la empresa promotora, Las Vegas Sands Corporation.

Condiciones «inadmisibles», «innegociables», «inasumibles». Fueron algunos de los calificativos que utilizaron durante todo el día los responsables del Gobierno español, la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos afectados por el fiasco. Lamentaron que en la recta final de la negociación, cuando ya parecía que hasta la modificación de la ley del tabaco estaba encarrilada, los directivos de la empresa norteamericana se descolgaran con «nuevas peticiones» imposibles de aceptar, en palabras de la vicepresidenta del Ejecutivo central, Soraya Sáenz de Santamaría. A pesar de que la iniciativa de Adelson había generado suspicacias desde el primer momento en diversos sectores, el entusiasmo monolítico de los dirigentes del PP hacía pensar que a estas alturas estaba cerrada la negociación y que el único escollo era la búsqueda de financiación por parte de Adelson.

PETICIÓN DE INDEMNIZACIÓN / Pero no ha sido así. Solo él y su inseparable board, el consejo de administración capitaneado por Michael Leven, saben a estas alturas del fracaso si la cuerda se rompió en el tira y afloja por las diferencias entre las partes o si han pedido más de la cuenta buscando una negativa, porque ya les interesaba más Asia que Europa. Lo que sí subrayó la vicepresidenta Sáenz de Santamaría fue que su Gobierno no podía encajar la reclamación de que se indemnizara a Las Vegas Sands en el caso de que se realizaran modificaciones legislativas dentro de unos años que pudieran afectar a su negocio.

Por poner un ejemplo como el del tabaco, esto se traduciría en que Adelson habría querido asegurarse de que, si el PSOE ganase las elecciones y hubiera un cambio en la Moncloa, el nuevo Gobierno no pudiera vetar de nuevo fumar en sus casinos.  Ni pudiera haber marcha atrás en la rebaja del impuesto del juego, que en el caso de la Comunidad de Madrid se ha situado en un 1%.

SIN COMPETENCIA / Esta petición responde a un temor muy arraigado en Adelson. De hecho, fuentes conocedoras de cómo evolucionaron las conversaciones con el magnate de Las Vegas en el caso de Catalunya en el verano del 2012 subrayaban en su día que la amenaza del grupo parlamentario de ICV-EUiA -explicitada a través de una carta- de que en el caso de regresar al Govern de la Generalitat le despojarían de las ventajas concedidas fue letal.

Esta vez, la empresa quería tener bien atado el futuro. La reclamación de compensaciones si se producía cualquier cambio en Madrid provocó que los responsables de la Comunidad consultaran a la Comisión Europea, que les confirmó que no se ajustaba a la ley. Igualmente, otra de las exigencias de Las Vegas Sands que se presentó ayer como motivo del rechazo madrileño a sus pretensiones es que no se permitiera la competencia de otros operadores de juego. Bruselas advirtió en un informe de que eso era inviable.

LOS 'VISIONARIOS' / Y mientras la firma estadounidense revelaba que sus próximos puntos de interés cara a ubicar complejos integrados serán Japón y Corea (con un nada amable mensaje de que deben mejorar «drásticamente» su oferta turística), dos de los personajes que más han participado en el sainete, la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre y uno de sus enemigos declarados, el socialista Tomás Gómez, entonaron el yo ya lo sabíayo ya lo dije.

Aguirre, tras lamentar la pérdida, aseguró que días atrás le hablaron de las compensaciones económicas que ahora se habían puesto sobre la mesa y se dio cuenta de que previsiblemente Eurovegas caía. El otro visionario, Gómez, que cinco meses atrás advirtió de que la inversión multimillonaria fracasaría, ayer dijo no estar sorprendido y que lo que había protagonizado el Gobierno había sido un «paripé».