INVERSIONES ESTRATÉGICAS DE LA UNIÓN EUROPEA

La Eurocámara rechaza que el plan Juncker reste dinero a la I+D

Empiezan las negociaciones con vistas a alcanzar un acuerdo en junio

El gran colisionador de hadrones del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra.

El gran colisionador de hadrones del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra.

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Las negociaciones del trío de instituciones europeas -Comisión, Consejo y Eurocámara- sobre el nuevo fondo de inversiones estratégicas promovido por el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, arrancan este jueves y lo hacen con la negativa de la Eurocámara a aceptar el diseño de financiación propuesto.

En la resolución pactada por las comisiones de presupuestos y asuntos económicos, los eurodiputados rechazan el tijeretazo de 2.700 millones de euros de los fondos destinados a financiar proyectos de I+D, en plena sintonía con la demanda realizada hace dos meses por asociaciones de científicos y hasta 27 ganadores del Premio Nobel, y anuncian batalla en esta nueva etapa.

«Es lamentable que la Comisión y los gobiernos nacionales propongan financiar el plan Juncker a costa de partidas del presupuesto que tienen un carácter comunitario y trasnacional», se quejaba esta semana el presidente de la Comisión de Presupuestos, el liberal francés Jean Arthuis, sobre un recorte que afectará muy especialmente al programa Horizonte 2020, destinado a financiar proyectos de ciencia y excelencia. Aunque Bruselas insiste en que esta reducción «solo» representa un 3,5% de los fondos y que el presupuesto de I+D seguirá siendo un 38% superior al del marco presupuestario anterior, el descontento de la comunidad científica ha terminado calando en una Eurocámara muy receptiva a sus demandas. «No permitiremos que se recorte ni un solo euro de los programas que hoy son más necesarios», asegura la socialista Eider Gardiazabal.

El plan Juncker, que ya recibió el visto bueno de los gobiernos en febrero, aspira a movilizar 315.000 millones en tres años para reactivar la economía a partir de un capital público de 21.000 millones. Esta cantidad procedería del aval del Banco Europeo de Inversiones y también de la UE, que pondría una garantía del presupuesto de 16.000 millones aunque solo aprovisionaría 8.000 millones. Para nutrir esta partida abriría la hucha destinada a la ciencia y las infraestructuras. A la primera le quitaría 2.700 millones y a la segunda 3.300, a los que se sumarían 2.000 millones procedentes de la reserva.

Bruselas defiende esta propuesta e insiste en que no hay alternativa posible tal y como exige la Eurocámara. «Hemos buscado en todas partes y esta es la financiación. Sin la garantía de 16.000 millones no podremos garantizar a los inversores privados que el plan tendrá éxito», aseguran.