La situación de la educación

La escuela balear para y clama contra el trilingüismo de Bauzá

Profesores y estudiantes en huelga se manifiestan ante la sede del Gobierno balear, ayer, en Palma de Mallorca.

Profesores y estudiantes en huelga se manifiestan ante la sede del Gobierno balear, ayer, en Palma de Mallorca.

MARISA GOÑI
PALMA

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«Hemos puesto verde al Govern», clamó a mediodía desde la tribuna el sindicalista Toni Baos, de CCOO, ante las más de 4.000 personas concentradas frente a la sede del Ejecutivo autonómico balear, en Palma, casi todas vestidas de verde «contra los recortes y la imposición del trilingüismo» en las aulas. Las concentraciones de Menorca e Ibiza sumaron otro millar al tsunami de la protesta educativa.

Las puertas de muchos colegios presentaban una estampa inusual a primera hora de la mañana. Pancartas reivindicativas a la entrada y apenas unos pocos padres y madres que acompañaban a sus hijos, puntualizando muchos de ellos que estaban con la movilización, pero no tenían dónde dejarlos. Los servicios mínimos, que hasta la fecha se habían reducido al equipo directivo y en esta ocasión los ha elevado el Ejecutivo hasta el 30%, se harían cargo.

La concentración ante el Consolat de Mar, sede del Gobierno balear, puso el colofón al primer día de la huelga indefinida, apoyada por todas las fuerzas sindicales, la asamblea de docentes, los inspectores de Educación y las asociaciones de familias.

Como es tradicional, hubo guerra de cifras. Los convocantes cifraron la participación en más del 90% en el sector público y el 40% en la concertada, con más adeptos en las cooperativas que en los centros religiosos. El Govern redujo el seguimiento al 22%, dijo que había sido «un día normal» y que está dispuesto «a hablar de todo, menos de dar marcha atrás» al decreto del trilingüismo, según expuso el director general de Planificación Educativa, Bartomeu Isern. La consellera, Joana Maria Camps, quedó a resguardo.

«Lo positivo de esta huelga es que sabremos, con nombres y apellidos, quiénes están preocupados por el futuro de nuestros hijos y quiénes, por el contrario, juegan con los alumnos para conseguir objetivos políticos». La opinión del diputado del PP Antoni Camps echó gasolina al fuego. Esquerra Unida pidió su abandono del Parlamento por emular «las listas negras de la España fascista y la Alemania nazi».

METER CON CALZADOR / «Tras el fracaso de la libre elección de lengua para acabar con el catalán, ahora nos quieren meter el trilingüismo con calzador. Ni estamos preparados ni se ha consensuado, incluso hay ayuntamientos del PP que se han manifestado en contra», recordó Iñaki Aicart, portavoz de la asamblea de docentes. A su lado, Ángeles Gil, una joven maestra interina, escribía una carta al presidente   balear «para ver si entra en razón: inglés, sí, pero poco a poco y con medios».

«He pasado de 20 alumnos y un profesor de apoyo a 30 alumnos y sin profesor de apoyo. Si no nos plantamos, no sé que será lo próximo», se sumó Montse Moré, docente de Formación Profesional.