El inicio del año escolar

La escuela abre en Catalunya sin las tensiones de otras autonomías

Alumnos del Màrius Torres de L'Hospitalet, con mayoría latina, estrenaron el primer uniforme en un centro público.

Alumnos del Màrius Torres de L'Hospitalet, con mayoría latina, estrenaron el primer uniforme en un centro público.

ANTONIO M. YAGÜE
MADRID

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Las escuelas catalanas reabrieron ayer sus aulas bajo los anunciados ajustes presupuestarios que obligan a los más de 67.000 docentes a atender a unos 30.000 alumnos más. Pero con normalidad, sin incidencias y con la nota particular del colegio Màrius Torres de L'Hospitalet, el primer centro público catalán que obliga a sus 400 escolares a vestir uniforme, tal como votaron sus padres el curso pasado. El ambiente estuvo marcado por las muestras de apoyo a la inmersión lingüística, y contrastó con las protestas del profesorado de otras autonomías, como Madrid, por el aumento de 18 a 20 horas lectivas a la semana; Castilla-La Mancha, donde la exigencia se ha elevado de 23 a 25 horas, o Galicia, cuyos docentes pasarán de impartir 21 a 25.

NEGOCIACION PACÍFICA // En Catalunya, de acuerdo con el horario de permanencia en el centro de 30 horas, que llevará a la mayoría de los centros educativos a acabar las clases a las cuatro y media de la tarde, el horario lectivo ha sido aumentado a los profesores en una hora semanal, dentro de la jornada laboral de 37,5 horas. Los sindicatos se mostraron en principio molestos por ese aumento impulsado por la Generalitat para los próximos cuatro años, pero no han planteado un pulso al Gobierno de la Generalitat y de momento centran sus reivindicaciones en negociar una reducción del plazo de cuatro años u obtener compensaciones.

El encrespado inicio de curso en Madrid subió ayer de temperatura con el anuncio por parte de los sindicatos educativos de una movilización en los centros el día 14 y una manifestación por el centro de la ciudad, así como tres días de huelga a partir de la semana que viene.

La presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, echó ayer más leña al fuego. Culpó a la oposición del PSOE e IU, a los sindicatos, a los indignados y a «los de la ceja» (los intelectuales y artistas que mostraron su apoyo a Zapatero en las últimas elecciones) de propagar la «falsedad» de que su Gobierno ha recortado en educación cuando «solo» ha elevado el número de horas de clase que imparten los profesores. A renglón seguido, su consejera de Educación, Lucía Figar, anunció que los inspectores visitarán los institutos del 14 al 20 para vigilar que los profesores cumplen las 20 horas.

En Castilla-La Mancha varios centenares de profesores se manifestaron por la tarde en Toledo por el recorte del Gobierno del PP que dejará sin trabajo a 3.500 interinos. A la protesta se unieron los padres de los siete centros de educación bilingüe (castellano-inglés) a los que el Ejecutivo castellano-manchego ha suprimido los profesores nativos concertados entre el Ministerio de Educación y el British Council en 1996.

RECOMENDACIÓN DE GABILONDO //El Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, rechazó que sobren profesores y anunció que, aunque respeta el «autogobierno» autonómico y no quiere intervenir, llamará a los responsables para pedirles que no hagan recortes en una materia como la educación que es una «prioridad». «Los verdaderamente perjudicados son los alumnos. Hace falta más diálogo», subrayó el ministro.