CONSECUENCIAS DE UN INVIERNO SECO

La escasez de lluvias amenaza la cosecha del cereal de secano

Eduard Almenara inspecciona uno de los campos de cebada de la familia, en Alfés, ayer.

Eduard Almenara inspecciona uno de los campos de cebada de la familia, en Alfés, ayer.

ROSA MATAS
LLEIDA

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Más de 40.000 hectáreas de las 270.000 sembradas en Catalunya de cereal, la mayoría de secano y en las comarcas de Lleida, ya dan signos visibles de daños por la sequía. Los próximos diez días serán decisivos. «Si no llueve las pérdidas pueden ser muy grandes y cuanto más calor haga, peor. Esta es la perpectiva, pero de momento ya hay pérdidas, más graves cuanto más al sur». Jaume Boixadera, jefe del servicio de producción agrícola de la Conselleria d'Agricultura de la Generalitat, plantea así la preocupación del campo en las zonas de secano después de tres meses sin apenas una gota de agua.

En Alfés (Segrià), donde la cosecha es más temprana, las verdes praderas de cebada de otros años empiezan a amarillear. «A los que somos payeses nos da pánico verlo», dice Antoni Almenara, de 56 años. Cuenta que no lo ha visto peor. Su vecino Ramon Nadal añade: «Es así». Almenara da por perdidas algunas hectáreas. En las 20 que deja de barbecho (tierra que no se siembra para que descanse) siempre ha brotado cereal. Este año no. Su hijo Eduard calcula que muchas fincas serán siniestro total. Las pérdidas serían de 1.400 euros por hectárea.

15 DÍAS / Las comarcas más problemáticas son el Segrià, las Garrigues, el sur de la Noguera y el Urgell. También están apuradas las plantaciones de colza de Girona.

En áreas más frescas, como la Segarra, confían en salvar la cosecha, si la lluvia llega. «Si en 15 días no hay agua, la situación podría ser como en el 2005, el peor año desde la década de 1990», explica Josep Maria Besora, cerealista de la Segarra, exlíder de Unió de Pagesos, quien recuerda aquel mal año para el campo en el que él era director de desarrollo rural del departamento de Agricultura y el sector reclamó ayudas.

Al cereal de invierno se le escapa el tiempo para revivir y al maíz, la siembra. Los agricultores tienen que sembrarlo en las próximas semanas, y su problema está en las disponibilidades de agua en los embalses y de nieve en la montaña. «Hay diferencias entre la zona de los canales de Urgell, donde parece ser que hay reservas aceptables, y Aragón y el resto de Catalunya, donde la situación es grave», advierte Boixadera, sabedor de que el maíz exige inversiones y de que los payeses si no tienen garantía de riego no sembrarán.

«Hay que mirar al cielo a ver si llueve». Es la esperanza de Boixadera y de centenares de agricultores en un año en que, para más inri, el frío intenso ha resecado la tierra.

REZOS CATÓLICOS Y MUSULMANES / Josep Maria Jové, presidente de la organización agraria Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), teme importantes pérdidas en los almendros, que han florecido sin agua.

No solo los payeses están pendientes del cielo. El párroco de Tiurana (Noguera) convocó a los vecinos el domingo para pedir a san Ermengol que caigan lluvias. También la asociación árabe Atlas ha hecho un llamamiento a rezar este viernes en las mezquitas para que llueva.

La intensa sequía de este invierno ha puesto en marcha también las precauciones por peligro de incendios forestales.