Crisis policial en Malgrat de Mar

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FERRAN COSCULLUELA / BARCELONA

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Una agente de la Policía Local de Malgrat de Mar ha denunciado a un cabo y al inspector jefe del cuerpo, Joaquim Martínez, por los presuntos delitos de acoso laboral, descubrimiento y revelación de secretos y omisión del deber de perseguir delitos. En la querella, que ha sido aceptada a trámite, también ha sido denunciado el inspector jefe de la Policía Local de Banyoles, Gregori Martínez, que fue el instructor de un expediente sancionador incoado a la policía que ha presentado la denuncia.

Los hechos se remontan al verano del 2013, cuando la agente y el cabo denunciado mantuvieron una breve relación sentimental. Tras la ruptura, y según reza la querella, el cabo empezó a acosarla laboralmente y comenzó a abroncarla delante de sus compañeros, desacreditó su labor públicamente y realizó valoraciones negativas de su trabajo para que no pudiera cobrar la paga de productividad.

La situación se agravó cuando un sargento del mismo cuerpo policial le explicó a la denunciante que su expareja le había mostrado un vídeo en el que se veía una mujer masturbándose y que el cabo había insinuado que tenía grabaciones de otras mujeres con las que había mantenido relaciones. A raíz de esa revelación, la denunciante y el sargento iniciaron una investigación para aclarar si la divulgación de esos vídeos podría ser constitutiva de un delito.

REVELACIÓN DE DATOS CONFIDENCIALES

La situación dio un nuevo giro cuando el sargento decidió enviarle al cabo investigado, sin conocimiento ni autorización de la agente, dos documentos que había realizado esta y que contenían datos privados de la querellante relacionados con la investigación, así como de otras mujeres que podrían estar afectadas. En la querella se explica que el cabo trasladó a sus superiores esos datos confidenciales, también sin consentimiento de la agente, y que los archivos fueron aprovechados por el inspector jefe del cuerpo para solicitar a la alcaldía que se abriera un expediente disciplinario a la agente.

Debido al contenido de aquellos documentos, en esa instrucción también se abrió un expediente al cabo para aclarar si se había apropiado de unos perfumes decomisados por la policía local. Una investigación que fue dirigida por el inspector jefe de la Policía Local de Banyoles y que acabó con una sanción de cinco meses sin empleo y sueldo para la agente y la exculpación del cabo.

MÓVILES Y CÁMARAS FOTOGRÁFICAS

En la querella se afirma que el cabo fue exculpado porque durante la instrucción disciplinaria se ocultó el acta de decomiso de los perfumes y el acta de destrucción de estos, firmada por el propio mando policial. La agente también apuntó entonces que el policía se había quedado con móviles y cámaras fotográficas decomisadas y que el inspector jefe estaba al corriente de ello.

Josep Asensio, abogado de la denunciante, destaca que el jefe policial de Banyoles alegó que no se habían acreditado suficientemente los hechos, a pesar de que el acta de destrucción de los perfumes sí constaba en el expediente policial. El ayuntamiento, por su parte, ha defendido el derecho a la presunción de inocencia de los denunciados y ha expresado su "plena confianza" en su policía local.