ANÁLISIS medioambiental

Las empresas catalanas reducen sus emisiones de CO2 un 9%

La central térmica de As Pontes, en A Coruña, una de las instalaciones incluidas en la directiva europea.

La central térmica de As Pontes, en A Coruña, una de las instalaciones incluidas en la directiva europea.

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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La grave crisis que afecta al sector del ladrillo y las tejas, una actividad industrial que emplea gran cantidad de energía en el proceso de cocción, fue el principal responsable de que el conjunto de las empresas catalanas incluidas en la directiva europea de emisiones, 134 en total, redujera su producción de dióxido de carbono (CO2) en un 9,2% en el 2013 con respecto al 2012, el último año con datos disponibles, según muestran los resultados presentados ayer por la fundación Empresa y Clima. En total, incluyendo también los llamados sectores difusos (doméstico, transporte, agricultura, residuos...), que representan aproximadamente el 60% del total, la reducción de emisiones en Catalunya fue del 3,7%.

En líneas generales, el análisis de la fundación, titulado Informe de situación de las emisiones de CO2 en el mundo año 2013, muestra que tanto Catalunya como España en su conjunto están haciendo los deberes -al menos, cumpliendo los objetivos europeos-, según destacó su coordinador, el economista Arturo de las Heras. En la UE, las emisiones bajaron un 0,8% en el mismo periodo.

Aunque la industria del ladrillo y las tejas representa una parte pequeña del total de las emisiones de la directiva en Catalunya, lejos de la generación de energía, el refino de petróleo o la fabricación de cemento, se trata de un sector que ha sufrido de manera funesta los estragos de la crisis. En el 2013, por ejemplo, no entregaron sus permisos de emisión

-cerraron- 16 de las 24 empresas existentes el año anterior.

Los problemas de la industria de los ladrillos, que se prolongan a los sectores del cemento y los azulejos, entre otros, han tenido como consecuencia que España comprara más derechos de emisión de CO2 de los que luego ha podido gastar, es decir, una pérdida en balde. En el caso concreto de Catalunya, ello ha provocado un déficit de más de 2,5 millones de toneladas de CO2 «que han tenido que ser cancelados mediante subasta», explicó De las Heras.

EMISIONES PER CÁPITA / Con el descenso, las emisiones de CO2 en Catalu-

nya se situaron en 5,74 toneladas por persona y año, por debajo de la media española y europea de 7,3 y 9 toneladas, respectivamente, unos resultados que obedecen esencialmente a la elevada dependencia de la energía nuclear.

En el año 2013, Catalunya representó el 10,7% de las emisiones españolas sujetas a la directiva europea, por detrás de Andalucía, Asturias y Galicia, tres comunidades con un peso notable de las plantas térmicas de carbón, recordó Elvira Carles, presidenta de la fundación Empresa y Clima. En este sentido, en toda España, la previsión de descenso es del 6,2% en el 2013 respecto al 2012 debido a que la generación eléctrica por carbón descendió un 30% debido a factores ambientales que favorecieron energías renovables como la hidroeléctrica y la eólica.

Pese a estos descensos, la fundación Empresa y Clima prevé que las emisiones vuelvan a crecer de la mano de la recuperación, aunque se espera que no suban tanto «porque hay muchas empresas que están mejorando su eficiencia energética, aunque no tanto por razones medioambientales, sino por el coste de la energía, concluyó De las Heras.