Educando a papá y mamá

Los residuos y la recogida selectiva han sido la fuente de inspiración. También las campañas para fomentar el uso del cinturón de seguridad y las iniciativas para reducir el consumo de tabaco. La idea, ahora, es que cuando los chavales lleguen a casa, tras la correspondiente visita escolar al parque de bomberos, expliquen a sus padres qué han de hacer cuando una sartén empieza a arder en el fuego y sepan a qué número de emergencias deben llamar si el humo va a más. O que, llegado el caso, reprendan a sus progenitores por conectar varios aparatos eléctricos en un mismo enchufe o porque cuelgan el trapo de cocina demasiado cerca del fogón.

«Si llegamos a los niños, llegaremos al resto de la familia», afirma Carles Noguera. subinspector de los Bombers de la Generalitat y coordinador de la campaña que el cuerpo acaba de poner en marcha para concienciar a la población sobre cómo actuar en caso de incendio. «El éxito de las acciones sobre la recogida de residuos urbanos ha sido el modelo a seguir», admite Noguera. Por eso, agrega, los bomberos se han volcado y han preparado materiales didácticos para que los niños, sobre todo los más pequeños, actúen como transmisores de su mensaje de prevención. Y contribuyan, de paso, a instruir a sus padres en la materia.

COMO ESPONJAS / «Hay una edad, durante los primeros cursos de la educación primaria, en que los niños son muy receptivos, especialmente a las normas y al lenguaje. Son como esponjas», observa la psicopedagoga Laura Rinaldi. «El niño interioriza un mensaje porque lo escucha en la escuela, porque a esa edad lo que dice la maestra sienta cátedra, y luego lo traslada enseguida a su entorno», indica la especialista. Y cuando lo trasladan, lo hacen machaconamente, como solo un niño sabe hacer. «Si la señorita les dice que fumar es malo, ellos lo repetirán cada vez que vean encender un cigarrillo», dice Rinaldi. Esa alta concienciación infantil tiene, sin embargo, fecha de caducidad. Hacia los 13 años, decae.

«Esa habilidad que tienen para ser persistentes la desarrollan de forma particular con los asuntos que les conciernen, que les emocionan», indica Joan Ferrés profesor de comunicación audiovisual en la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Los niños son particularmente activos cuando «se apela a sus sentimientos», subraya este especialista en comunicación y educación. Y son especialmente sensibles a las cuestiones sociales y a las que afectan a la salud.

Eso sí, «hay que transmitir conceptos muy claros y que el sentimiento que les genere ese mensaje les permita reaccionar de una manera que esté a su alcance», prosigue. ¿Por ejemplo? «Siguiendo con el caso de los bomberos, que sepan que si ven humo en casa o que si su madre se cae y pierde el conocimiento lo que han de hacer es llamar al 112. Eso lo pueden recordar fácilmente y está dentro de sus posibilidades de respuesta», detalla.

MONOTEMÁTICOS / «Lo que es seguro es que la fórmula es efectiva. Estos chicos van a pasarse los próximos días en casa hablando de la visita o comentándola en el colegio», vaticina Javi Pérez, el tutor del grupo de segundo curso del colegio Pep Ventura de L'Hospitalet de Llobregat en la visita escolar al parque de bomberos de la localidad. «Siempre que hacemos actividades como esta, los padres nos felicitan por lo bien que lo han pasado sus hijos y nos comentan cómo son capaces sus hijos de hablar sobre ella una y otra vez», asegura el maestro, mientras una veintena de chiquillos estallan en risas cuando un compañero, que se ha prestado voluntario, se coloca el aparatoso casco que usan los bomberos. En seguida, el resto de la clase formará una fila para podérselo probar. «Yo también, yo también», exclamarán alzando la mano.

Sin duda, «la actitud positiva de los niños tiene un efecto sobre los padres: les ponen en cierto modo ante el espejo y les hacen reflexionar», observa Concepció Reig, vocal de promoción y difusión del Col·legi de Pedagogs de Catalunya. «Además, el padre que sigue fumando o que no se coloca el cinturón pese a que su hijo se lo ha reprochado, el que no cumple, sabe, y por partida doble, que está actuando mal», afirma.

REFERENTES QUE SE IMITAN / La respuesta infantil acostumbra a ser aún más enfática si quien expone el mensaje es un referente, ya sea el maestro, los mossos o los bomberos. «Los niños actúan muchas veces por imitación. Por eso es positivo que vean cómo en la escuela se hace recogida selectiva», dice la pedagoga Reig. «En nuestro caso, teníamos a los 40.000 escolares que cada año visitan los parques de bomberos de la Generalitat y teníamos también los materiales que han ido preparando los compañeros. Solo nos faltaba seleccionarlo y darle el toque pedagógico», explica el bombero Noguera.