CRISIS MIGRATORIA EN EUROPA

Un edificio racionalista para los asilados en BCN

Antigua residencia para viudas y huérfanos del Ejército, en la Casa Bloc.

Antigua residencia para viudas y huérfanos del Ejército, en la Casa Bloc. / FERRAN NADEU

FERRAN NADEU / TONI SUST / BARCELONA

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A falta de datos oficiales sobre cuántos refugiados llegarán a Catalunya y cuándo lo harán, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona trabajan para preparar su acogida. Tras su llegada a la ciudad, serán ubicados en la Casa Bloc de siete a diez días, como avanzó ayer EL PERIÓDICO. Antes pasarán unas horas en el edificio Fòrum, donde nadie pernoctará. El primer alojamiento será uno de los edificios de la Casa Bloc, en Sant Andreu. Se trata de la antigua residencia de viudas y huérfanos del Ejército, en el número 10 de la calle de Residència, según confirmaron ayer fuentes de Benestar Social. Allí fueron a vivir después de la guerra familiares de militares fallecidos. Funcionó como residencia hasta el pasado abril, cuando la última residente, una mujer, abandonó el inmueble, que es propiedad del Incasòl.

El edificio debe ser acondicionado para la acogida de los refugiados, y ayer había operarios trabajando dentro. Se espera que los acogidos no pasen allí más de dos semanas, pero si se da el caso que la llegada de refugiados colapsa el edificio, el Govern cuenta con tres sedes alternativas. Una es el antiguo seminario de La Conreria, en límite municipal de Tiana (Maresme). Otro es un inmueble de la obra social de Sant Joan de Déu que está en Manresa y el cuarto, un inmueble ubicado en Manresa.

El Govern sigue sin contar con información del Ejecutivo central sobre cómo piensa ejecutar la acogida de refugiados de Siria y otros países acordada por la UE.

El martes, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anunció que había conocido por canales no oficiales que en noviembre, o incluso un poco antes, unos 6.000 refugiados llegarán a España, 1.200 de ellos a Catalunya. Colau anunció que la previsión es que entre 600 y 800 de ellos se instalen en la capital catalana y el resto en otros municipios de Catalunya. Colau presentó un plan de acogida que el pleno del consistorio debatirá mañana, sin votación, y que cuenta con una dotación de 10 millones. Sin embargo, todo depende del Gobierno central, que es quien tiene la competencia para la gestión de acogida de los foráneos.

En espera de que eso se concrete, la Generalitat ha activado tres grupos de trabajo con funciones distintas: uno centrado en la acogida, otro en la sensibilización y otro en la recogida de activos para un banco de recursos para los foráneos. Se trata tanto de pisos disponibles como de información laboral en función del perfil del refugiado.

La Generalitat explicará mañana cómo está desarrollando esta labor previa. Y seguirá esperando a que el Gobierno de Mariano Rajoy le ofrezca por fin información.