quejas vecinales por incivismo

El dueño de la disco de Blanes se inhibe de los alborotos en la calle

Jóvenes concentrados ante la puerta de acceso a la discoteca Arena de Blanes, la madrugada del domingo.

Jóvenes concentrados ante la puerta de acceso a la discoteca Arena de Blanes, la madrugada del domingo.

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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El propietario de la polémica discoteca Arena de Blanes (Selva) considera que los alborotos que se producen la noche de los sábados en los alrededores de su establecimiento son un problema «de orden público y de falta de educación», por lo que la única forma de minimizarlos es con más presencia policial en la calle y el impulso de campañas de sensibilización y civismo entre las personas que salen de noche. Francisco Sánchez afirmó ayer que algunos vecinos están «magnificando» los incidentes y recordó que la discoteca lleva 21 años abierta y «nunca había tenido estos problemas».

Un día después de que este diario se hiciera eco del incivismo y de las juergas callejeras que protagonizan muchos de los jóvenes clientes del local, con vomitonas en las aceras, orines en los portales y algunos actos de vandalismo, el propietario de la disco Arena solicitó que los Mossos d'Esquadra hagan mayor acto de presencia en la zona, al igual que ocurre con la vecina localidad de Lloret de Mar, donde en los meses de verano siempre hay varios furgones apostados en la riera Just Marlès, donde se concentran la mayoría de locales de ocio nocturno.

«Estamos de moda y cada sábado vienen a nuestro establecimientos clientes procedentes de toda Catalunya. Nosotros no podemos controlar lo que pasa fuera de la discoteca, solo nos podemos responsabilizar de lo que ocurre en el interior, por eso sería bueno que hubiera más policía, porque los propios jóvenes estarían más protegidos», afirmó el empresario.

Sánchez aseguró que los actos vandálicos que se perpetran los fines de samana, con rotura de retrovisores de vehículo y cristales de porterías, los llevan a cabo «un pequeño grupo de personas, que están muy identificados» y a las que no permiten entrar en el local. «Son los que provocan problemas más graves. El resto se está magnificando, porque es normal que haya algunos incidentes cuando a veces se reúnen hasta 2.000 personas» en una misma zona de ocio. «No solo es mi discoteca, en una sola manzana hay 27 establecimientos (de bebidas y comida rápida) que viven de nuestros clientes y que les llevan a hacer todo un recorrido», explicó el empresario, que posee otras cuatro discotecas en Blanes y que solo en la Arena cuenta con una plantilla de 50 trabajadores.

LEY DEL TABACO

Sánchez insistió en que el incivismo es un «problema social» que no solo afecta a Blanes, ya que está «generalizado» en toda España, aunque reconoció que la ley contra el tabaco ha agravado el problema porque obliga a los clientes a salir al exterior. El empresario también atribuyó las molestias de los vecinos al hecho de que el planeamiento urbanístico de Blanes haya permitido combinar el uso residencial y lúdico en un mismo barrio.

Joaquim Boadas, responsable del equipo jurídico de Fecasarm, la patronal catalana del ocio nocturno, dio ayer su apoyo a Sánchez y también abogó por una fórmula que combine más presencia policial con el impulso de campañas de sensibilización y civismo. «En la vía pública manda la policía y no se puede criminalizar a todo un sector por unas gamberradas que cometen un mínimo porcentaje de personas, muchas de las cuales ni siquiera tienen permitida la entrada en nuestros establecimientos», afirmó.