Gente corriente

Doug y Traci Langford: «Hay que preguntarse: '¿Te das cuenta de lo que vives?'»

Viven lo que escribirán. Esta pareja de Canadá da la vuelta al mundo alojándose en hoteles de la cadena Fairmont.

«Hay que preguntarse: '¿Te das cuenta de lo que vives?'»_MEDIA_1

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CARME ESCALES

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Dice en la presentación de su filosofía la prestigiosa cadena de hoteles y resorts Fairmont que si hay algo que la define es el valor que otorga a los recuerdos duraderos. La alusión de la firma a un siglo de experiencia en hospitalidad, dos de sus clientes se la han tomado al pie de la letra. La pareja canadiense Doug y Traci Langford quiere plasmar en un libro la vuelta al mundo alojándose solo en hoteles Fairmont. Los empleados de la cadena son sus cicerones en un viaje que no cuenta kilómetros sino historias. El pasado lunes despedían su parada 104: el Fairmont Rey Juan Carlos I de Barcelona.

-La vuelta al mundo y en hoteles de cinco estrellas. Suena bien. Pero ¿por qué un libro?

(Él) -Para contar las historias vividas y animar a la gente a viajar sin miedo. La idea del libro surgió de nuestros amigos en Canadá. Siempre nos preguntan sobre destinos y hoteles. Y dijeron: «Es increíble todo lo que conocéis, deberíais escribir un libro». Y en el 2008, en Le Chateau Frontenac de Quebec, haciéndonos la tarjeta de fidelidad de Fairmont, vimos la lista de sus hoteles y Traci dijo: «Estaría bien ir a visitarlos todos».

-Esos hoteles son ahora sus gafas del mundo. ¿El lujo no distorsiona la realidad local?

(Ella) -Por eso mismo no queremos a guías profesionales, sino que sean los propios empleados del hotel quienes nos acompañen a descubrir cada lugar desde la perspectiva espontánea de alguien que vive allí: su gente, su gastronomía, su cultura y tradiciones.

-Aquí, castellers. Una actuación de la Colla Jove de L'Hospitalet les recibió. 

(Ella) -Fue emocionante. Cada hotel nos sorprende con una bienvenida original. En el Fairmont Southampton de Bermudas lo hicieron 100 empleados con un trolley de maletas llamado The Langford Express.

-¿Qué les han enseñado de Catalunya?

(Él) -Hemos paseado en helicóptero compartiendo vuelo con unas señoras que nunca habían subido a un helicóptero... Nos interesa tanto conocer el país como personas. Nos apasiona la gente. Hemos ido a Montserrat, la Sagrada Família y el Camp Nou. Ayer (sábado 29 de agosto) fuimos al partido. Hemos visto competiciones deportivas en muchos países, pero lo de aquí es increíble, maravilloso. Cuánta adrenalina, pasión y unión, sin violencia. Es único.

-¿Van tomando notas para su libro?

(Ella) -Grabamos vídeos y hacemos fotos para documentarlo todo. Esta entrevista, ahora, ya forma parte de él.

-¿Tienen un blog donde ir avanzando?

(Él) -No, eso nos robaría tiempo para vivir el viaje. Así, además, será todo sorpresa.

-Piensan cerrar su periplo a mediados del próximo año: 120 hoteles, unos 40 países... ¿Cómo compaginan el viaje y su trabajo?

(Él) -Somos nuestros jefes [él tiene un centro de wellness y ella es preparadora física y livestyle coach]. Tenemos dos hijos de 22 y 27 años y siempre dijimos que cuando fueran mayores viajaríamos. Hacemos varios destinos y volvemos a Canadá a trabajar unos meses, aunque nos gusta demasiado lo que hacemos como para llamarlo trabajo.

-Díganme una lección de su viaje.

(Ella) -Que pese a todo y en cualquier circunstancia hay muchas sonrisas en el mundo. Hace falta muy poco para ser feliz.

(Él) -Venimos de una parte del mundo donde el 60% de la gente toma Prozac porque no es feliz. El tiempo se escapa buscando la felicidad en lugares erróneos.

-¿Y dónde está realmente?

(Él) -Aquí. En este instante. Si aprecias cada momento de tu vida, lo que eres, haces y vives, eres más feliz. Por eso hay que preguntarse a menudo: ¿te das cuenta de lo que estás viviendo? Y el viaje alienta mucho a apreciar cada momento. Las emociones, sobre todo cuando alguien nos cuenta algo personal, nos hacen sentir la vida.