Dos de los acusados por los disturbios de Can Vies defienden su inocencia

Estaban previstos tres juicios en la Ciutat de la Justícia pero uno de los acusados no se ha presentado

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Dos de los detenidos en el marco de los disturbios ocurridos en Barcelona en mayo de 2014 después del desalojo de la casa okupa de Can Vies se han desmarcado este martes de los hechos y han defendido su inocencia.

Para hoy estaban previstos tres juicios en la Ciutat de la Justícia pero sólo se han celebrado dos porque el primer acusado, Juan José G. G., no se ha presentado. A G. G. se le acusa de un delito de desordenes públicos y el fiscal pide para él una pena de seis años y, desde su incomparecencia esta mañana en el juicio, está en busca y captura.

Otro de los encausados juzgado hoy es Quim N., de 19 años y sin antecedentes, a quien el fiscal pide una pena de 6 años y medio de prisión por un delito de desordenes públicos y atentado contra la autoridad porque, presuntamente, lanzó una botella de cerveza contra agentes de los Mossos d'Esquadra.

Ante el juez, Quim N. ha defendido su inocencia y ha asegurado que la noche en que ocurrieron los hechos, del 28 al 29 de mayo, fue a la concentración en apoyo a los desalojados en Can Vies pero cuando vio que la cosa se ponía peligrosa y habían altercados se fue a cenar a casa de unas amigas, en la calle Violant d'Hongria.

Posteriormente, ya de madrugada, el joven abandonó ese piso para dirigirse al suyo y fue entonces cuando fue detenido por dos agentes de los Mossos d'Esquadra, que iban de paisano. Por su parte, los dos mossos que han declarado en el juicio han asegurado que, hacia las 01:20 horas, vieron como el joven cogía una botella del suelo y la lanzaba contra un escudo de los Mossos, aunque han asegurado que desconocían los daños que había provocado.

Las amigas del joven, que han declarado en el juicio, han asegurado que estuvo en su casa pero no han definido la hora a la que se marchó y han apuntado horas que van desde las 24.30 horas hasta las dos de la madrugada, un horario, según el fiscal, compatible con los hechos. Los policías han asegurado que vieron al joven lanzar la botella y que lo siguieron durante unos diez minutos sin perderlo de vista hasta llegar a un punto en el que pudieran practicar la detención sin temer por su integridad física.

Ese momento se produjo en la calle Galileu, cuando, según la versión de los mossos, el joven se despojó de la bufanda que le cubría el rostro y dio la vuelta a la chaqueta que llevaba puesta. Después del juicio, el fiscal ha mantenido la acusación y la petición de pena y ha reconocido que, aunque cueste entender que por tirar una botella pueda pedir seis años y medio de cárcel, "es lo que marca el Código Penal".

El segundo juicio que se ha celebrado hoy ha sido el de Arturo L., para quien el fiscal pedía 2,5 años de cárcel por desórdenes y resistencia a la autoridad. Tras el juicio, el fiscal ha retirado la acusación por desórdenes, ya que no se han podido probar, pero ha mantenido la de resistencia a la autoridad. El joven fue detenido en la calle Begur de Sants a media noche, cuando volvía de tomar algo con un amigo y después de haber participado en la cacerolada convocada por el desalojo de Can Vies. 

En esta zona, según la versión del joven, vio llegar furgonetas antidisturbios de los mossos y un grupo de gente corriendo y él también se puso a correr, resbaló, cayó al suelo y un agente de los mossos procedió a su detención. El agente, por su parte, ha asegurado que al tratar de identificar al joven, éste se resistió y le dio dos o tres golpes en el pecho.

En el juicio ha testificado una vecina de la calle que presenció los hechos desde su ventana y que ha relatado: "al oír gritos en la calle salí a la ventana, vi a un joven correr y caer entre dos coches y posteriormente vi a un policía agredirle y empotrarlo contra la pared del club deportivo que hay en la zona". Según la testigo, dos mossos más apoyaron al primer agente en la detención y ejercieron mucha violencia por lo que ella se puso a chillar desde su ventana, momento en el que pararon la actuación y detuvieron al joven. En este caso, la defensa ha pedido la libre absolución y el fiscal ha mantenido la acusación por resistencia a la autoridad.