Dos fuegos calcinan más de 2.000 hectáreas en Catalunya y Valencia

El fuego no da tregua. En medio de la ola de calor que desde el martes caldea el este peninsular, dos grandes incendios en Catalunya y la Comunidad Valenciana calcinaron ayer más de mil hectáreas cada uno y al caer la noche seguían activos. En Catalunya un incendio en Prats de Rei (Anoia) empezó ayer a las dos de la tarde cerca de Igualada y atravesó el Eix Transversal entre los municipios de Calaf y Sant Pere Sallavinera, lo que obligó a cortar la vía a la altura de este municipio. Unas 90 personas fueron evacuadas de sus masías y de una residencia para discapacitados y los instalaron en dependencias de los Mossos d'Esquadra. La Cruz Roja proporcionó 50 juegos de sábanas y mantas.

El incendio --que los Agents Rurals creen que empezó por los trabajos que llevaba a cabo un vehículo de una empresa dedicada a la revisión de las líneas eléctricas- avanzó con velocidad y obligó a cortar la circulación de los trenes entre Manresa y Calaf de la línea R12. En su extinción trabajaban 52 camiones de bomberos y 11 helicópteros.

MALAS CONDICIONES/ En la Comunidad Valenciana el fuego que empezó el jueves en Cortes de Pallás y que ayer ya afectaba a cinco municipios «ha arrasado miles de hectáreas» según el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, que calificó el incendio de «dantesco y desolador». El fuego, originado según Fabra por una negligencia en unos trabajos de colocación de placas solares en una vivienda por la que ya han sido detenidas dos personas, se extendió rápidamente. Los efectivos se enfrentaron ayer a enormes dificultades debido a las altas temperaturas y el viento de poniente que soplaba con rachas de 40 kilómetros por hora. El humo provocado por el fuego obligó a cortar cuatro carreteras y la Cruz Roja habilitó dos albergues con 500 camas para los desalojados de la zona, que superaban los 900.

Otros dos incendios en Catalunya, el de Cabacés y el de Sant Pere de Ribes, quedaron controlados ayer tarde. La ola de calor de esta semana ha elevado el riesgo de incendio.

CAMBIO DE TIEMPO/ Las tórridas temperaturas de los últimos días empezarán a bajar hoy como consecuencia de la llegada de una activa perturbación, aunque el descenso será de apenas un par de grados en las máximas y el cielo se mantendrá despejado (salvo en el Pirineo más occidental). El Servei Meteorològic de Catalunya (SMC-Meteocat) mantiene un aviso de riesgo por calor en las comarcas del sur del sur de Lleida, más Osona, Bages y Garrotxa, donde se podría llegar a 36 o 37 grados.

Sin embargo, el gran cambio se producirá mañana, cuando las lluvias se extenderán por todo el territorio, empezando de madrugada por el oeste y avanzando luego hacia el este. Por la tarde, podrían ser abundantes y de carácter tormentoso, aunque irregulares, especialmente en las comarcas costeras.