SINIESTRO POLÉMICO

Un directivo del metro de Valencia siembra dudas sobre la desaparición del libro de averías

El jefe de seguridad asegura que vio a dos cargos de la empresa pública decir que el tema estaba "solucionado"

El exjefe de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana Arturo Rocher, durante su declaración.

El exjefe de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana Arturo Rocher, durante su declaración. / periodico

LAURA L. DAVID / VALENCIA

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La desaparición del libro de averías del metro que se accidentó el 3 de julio deL 2006 en Valencia es uno de los misterios que, desde antes de iniciarse la primera investigación, rodean a aquella tragedia. Y este viernes, el que fuera jefe de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) Arturo Rocher ha sembrado dudas sobre este asunto en la segunda comisión de investigación que se celebra en las Corts para depurar las responsabilidades políticas del suceso.

Rocher ha asegurado que escuchó una conversación entre dos directivos de Metrovalencia, en la que el entonces director adjunto de explotación de FGV, Vicente Contreras (hoy fuera de la empresa e imputado en la causa judicial reabierta) le decía a la exgerente Marisa Gracia: “el tema del libro de averías está solucionado”. En este libro se detallan los fallos técnicos del convoy y podría haber sido determinante para ver si hubo otras posibles causas del accidente, aparte del exceso de velocidad atribuido al maquinista, en el que murieron 43 personas y 47 resultaron heridas.

Otra de las cuestiones sobre las que existen dudas es si alguien pudo acceder al convoy después del siniestro y hubiese destruido pruebas para esclarecer el suceso. En este sentido, Rocher ha explicado que la persona que manejaba las cámaras de seguridad le alertó de que había visto entrar de noche a varias personas durante "bastante tiempo" en las instalaciones —precintadas por orden judicial— donde estaba la unidad accidentada. Él, asegura, trasladó esta información a su superior directo, pero este le dijo que no se preocupara, que era algo "normal". También ha explicado que había dado instrucción de que se destruyera la unidad siniestrada en el momento en que hubiera una resolución judicial, como así fue.

DOS REUNIONES

Como ya hizo durante su aparición en el programa ‘Salvados’ de Jordi Évole, Rocher ha ratificado que la dirección de FGV, con la ayuda de la consultora HM&Sanchis, adoctrinó a sus empleados en la primera comisión parlamentaria en la que él participó para que dijeran que el exceso de velocidad era la única causa del accidente. Según Rocher, hubo dos reuniones los días 24 y 25 de julio en las que estuvieron los responsables de la consultora y el personal de FGV que participó en la comisión de hace diez años.

En ellas, aseguró, lo primero que se les dio fue una documentación preparada de antemano con lo que tenían que decir y lo que estaba prohibido. Además, denunció que se les presionó y metió miedo, diciéndoles que tuvieran “cuidado” con lo que decían, pues podrían acabar todos “en la calle o en la cárcel”. Como él mismo recordó, Rocher fue despedido por FGV dos veces desde 2012. Actualmente está readmitido en la empresa por orden judicial, al considerarse sus despidos improcedentes.

EVITAR EL DESPIDO

También han comparecido el exjefe de estación Juan García, que ha dicho que tras el accidente recibió una carta de FGV en la que se le pedía que evitara mostrar opiniones que pudieran perjudicar a la empresa. Y Jorge Álvarez, exresponsable del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) en FGV. Álvarez ha revelado a preguntas del PP que, tras el siniestro, escribió en un artículo de opinión que la línea 1 en la que se produjo el accidente era segura porque así se lo impuso como condición la gerente para no despedir a otro sindicalista expedientado.

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