'Diada' de gama extra pese a las caídas en Tarragona

En términos pugilísticos, los Castellers de Vilafranca se impusieron ayer a los puntos y en el último asalto a la Colla Vella Xiquets de Valls en la diada del primer domingo de las fiestas de Santa Tecla de Tarragona. Pero si los castells están declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO es por algo y no se puede basar todo el mérito en la puntuación que utiliza el concurso de Tarragona que se celebra cada dos años. La Vella y los Verds, junto con los Xiquets de Tarragona, ofrecieron ayer una actuación con 12 construcciones de gama extra, aunque con demasiadas caídas. Solo tres se descargaron.

Los nervios y la presión se dejaron notar en la plaza de la Font desde el principio. Las cuatro colles participantes se plantearon un programa de gama extra al límite, de máxima dificultad. Tres de las entidades participantes intentaron el tres de deu amb folre i manilles y cabía la posibilidad de ver la mejor actuación de la historia. No fue así, aunque tampoco hubo grandes decepciones. La única, probablemente, fue la floja actuación de Jove de Tarragona, que cargó el cinc de nou amb folre, seguidamente hizo llenya antes de coronar el gigantesco tres de deu y a partir de ahí ya no hizo nada más. Las caídas llevaron la depresión a la colla local. «De esto también tenemos que aprender, estábamos muy bien acostumbrados», reflexionó su cap de colla, Carles Ribas.

Unos 4.000 castellers y la enorme plaza llena de público dieron color y ratificaron que Tarragona, al margen del concurso bianual, se ha convertido en una de las plazas más importantes del calendario casteller. En general, no se cumplieron los objetivos, pero Vella de Valls, Castellers de Vilafranca y Xiquets de Tarragona realizaron o se acercaron mucho a las mejores actuaciones de sus respectivas historias particulares.

No se descargó el gigante de diez pisos, pero la Vella y los Verds lo consiguieron coronar. La Jove, en cambio, sucumbió en el intento. La otra gran evidencia que deparó la actuación de ayer es que la Vella sigue amenazando la hegemonía insultante demostrada por los de la camisa verde en las últimas décadas. Todavía quedan varias fechas clave en el calendario y tanto la Vella como los Minyons de Terrassa siguen afilando las uñas para asaltar el trono de los Castellers de Vilafranca.

Cambio de papeles

 «No hemos conseguido el reto que nos habíamos propuesto, pero hemos realizado grandes castells y la la actitud de la colla ha sido impresionante», explicó con una amplia sonrisa Pere Almirall, cap de colla de los Castellers de Vilafranca. Los verdes y los rosados de la Vella intercambiaron ayer el estado de ánimo que presentaron tras la mejor diada de la temporada, el 30 de agosto, Sant Fèlix, en Vilafranca del Penedès. Allí ganó la Vella, también por la mínima -a pesar de que los Minyons de Terrassa fueron los únicos que descargaron el tres de deu amb folre i manilles-, y se vieron 13 castells de gama extra (cinco descargados y ocho cargados).

Las caídas, algo habitual en los castells, tomaron ayer más protagonismo de lo que es habitual en los últimos años. La primera ronda se cerró con cuatro espectaculares castells de gama extra coronados, pero con las mismas caídas y la aparente contradicción que para los no entendidos podrían representar las celebraciones de los castellers.

Otro ejemplo de lo que en la mayoría de los casos representan las caídas lo protagonizaron los Xiquets de Tarragona. Estaban exultantes al final de la actuación, que se inició a las 12 del mediodía y finalizó a las cuatro de la tarde. Los Xiquets realizaron la mejor actuación de su historia, aunque solo completaron (cargar y descargar) el castell más sencillo de los cuatro que intentaron: el tres de nou amb folre. Se quedaron solo cargados el dos de nou amb folre i manilles, el cinc de nou amb folre y el pilar de vuit amb folre i manilles, tres contrucciones que están al alcance de apenas una decena de agrupaciones.

Caídas con alegría

Las estadísticas de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya dicen que las caídas se han reducido hasta el 3,1% de las construcciones, pese a que las colles ya se acercan al centenar, se hacen más de 10.000 castells durante la temporada y son más altos y difíciles que nunca. Por ello ayer, tras la mayoría de las caídas, los castellers se levantaban y gritaban de alegría por el castell coronado. Eso no ocurrió con la Jove de Tarragona.

La alegría tras las caídas también se explica porque es mucho más valioso coronar un castell que la penalización por la posible caída posterior a que el enxaneta levante la mano y haga la aleta. Cargar el gigantesco tres de deu, como hicieron ayer la Vella y los Verds, está valorado en el concurso con 2.130 puntos. Completarlo solo supone sumar 320 puntos más (2.450). Con las puntuaciones también se puede explicar que la complejidad no solo consiste en ir sumando pisos de altura. Así, el quatre de nou sense folre o net que hizo la Vella vale 2.315 puntos, casi como el de diez pisos. Y es que para aumentar la dificultad de los castells lo que hacen es desvestirlos. Es decir, quitarle el folre y manilles.

Abrió plaza la Colla Vella Xiquets de Valls con un quatre de nou amb i agulla, que solo cargaron. Después descargó un quatre de nou net, cargó el tres de deu e hizo lo mismo con el pilar de vuit amb folre i manilles. Los Castellers de Vilafranca calcaron la actuación que hicieron el Sant Fèlix: tres de deu cargado, tres de nou amb folre i agulla descargado, dos de vuit cargado y pilar de vuit descargado.