El descubridor del ébola prevé un año más de plaga

La crisis del ébola en África occidental puede prolongarse durante otro año antes de que la epidemia esté bajo control. Esa es la predicción que realizó el miércoles el científico belga Peter Piot, descubridor del virus, justo cuando se cumplía un año del actual brote que azota al continente africano y que ha afectado en casos aislados a otros países de Europa, América y Asia.

Piot, director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y que lidera el departamento de la Organización Mundial de la Salud encargada de combatir la epidemia, fundamentó su previsión en la certeza de que, pese a que se están registrando avances en el intento de detener la propagación del virus, se precisará de un periodo mayor para desarrollar vacunas efectivas. «Esta epidemia va a tener un desenlace prolongado y lleno de altibajos. Debemos estar preparados para un esfuerzo largo y sostenido, probablemente durante todo el 2015», expuso el investigador.

El científico belga, que formó parte del equipo que descubrió el ébola en una expedición sanitaria a Zaire -la actual República del Congo- en 1976, valoró la mejora de la atención sanitaria en los países más afectados. «Ya no vemos esas escenas en que la gente moría en la calle», expuso Piot en declaraciones a la cadena BBC. Una mejora en la respuesta planteada al virus en la que recalcó la importancia de tratamientos con fluidos intravenosos y antibióticos como parte de una estrategia que, recordó, ha reducido la tasa de mortalidad a una de cada tres personas, «frente al 70%» de meses atrás.

RIESGOS

El investigador, que acaba de regresar de Sierra Leona, sostuvo que la tarea de alcanzar una vacuna comportará más tiempo, pero abogó por no cejar en el empeño, tanto para afrontar «nuevas epidemias» como ante el riesgo de que el actual brote se alargue más de lo previsto. En este sentido, Piot subrayó que el virus había alcanzado su máxima cota en Liberia, donde ya se ha cobrado 3.376 vidas, según el balance provisional de la OMS. Y sostuvo que esos niveles máximos se alcanzarán también en las próximas semanas en Sierra Leona, donde el ébola ya ha causado 2.556 muertes, en un país con casi la mitad de los casos confirmados en África occidental.

El 28 de diciembre del 2013, hace un año, la pequeña Emile Ouamouno murió en la remota aldea de Meliandou, en el sur de Guinea, tras sufrir fiebre, dolor de cabeza y diarrea. Su hermana, su madre y su abuela fallecieron días después. Sin embargo, esos síntomas no fueron suficientes para que las autoridades sanitarias asociaran estas muertes al incipiente brote de ébola que acabaría afectando a África occidental. Debieron pasar casi tres meses más para que el Departamento de Salud de este país reparara en que la epidemia de ébola ya era una realidad.