Desarticulada una banda que explotaba mujeres en un macroprostíbulo en Agullana

El grupo prostituía a jóvenes rumanas, las extorsionaba y las controlaba mediante huella dactilar

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La Policía Nacional ha desarticulado, con ladetención de 19 personas, dos grupos dedicados acaptar menores rumanas mediante falsas promesas de trabajo y a las que traían a España al cumplir 18 años para obligarlas aejercer la prostitución en unmacroprostíbulosde la zona de La Jonquera. En concreto, se trata del Dallas, en el municipio de Agullana, informa Ferran Cosculluela.

Las jóvenes eran sometidas a continuas amenazas, palizas e inclusoviolaciones y los miembros de la organización las mantenían permanentemente controladas, llegando a utilizarescáneres dactilares que registraban tanto el inicio de la jornada laboral de cada mujer, como cada uno de los servicios sexuales que realizaban.

Entre los 19 detenidos se encuentran los supuestos principales cabecillas de ambas organizaciones y se ha identificado a un total de 215 víctimas directas del macroprostíbulo, que llegó a facturar unos 60.000 euros diarios. También se han registrado cinco domicilios y la sede del club de alterne, donde se han intervenido 101.290 euros, varias armas, 9 vehículos, casi 2.000 resguardos de envío de dinero al extranjero, varios equipos informáticos, móviles y joyas.

Sociedades tapadera

En torno a esta actividad delictiva, se ha descubierto además un entramado de sociedades tapadera, utilizadas para blanquear parte de los beneficios obtenidos, con un capital social superior a 11,5 millones de euros, numerosos inmuebles, varios vehículos de alta gama y un barco de 19 metros de eslora.

Las investigaciones comenzaron hace casi un año a raíz de la denuncia de varias víctimas de la organización en Rumanía, que apuntaban a un ciudadano rumano que captaba a mujeres menores en la zona de Braila (Rumanía) para después trasladarlas a España y obligarlas a ejercer la prostitución. El grupo, asentado en esta región rumana, gozaba de gran respeto entre otras organizaciones de proxenetas, apareciendo incluso, vídeos en un conocido portal informático en el que artistas famosos rumanos dedicaban canciones al líder de la organización.

Su líder iba siempre acompañado por un guardaespaldas y alardeaba de su capacidad económica, frecuentando habitualmente casinos, donde llegó a gastar hasta 14.000 euros en una noche. En algunos casos, las víctimas llegaban a sentirse afortunadas por formar parte de ese poderoso clan, pero una vez en nuestro país y para doblegar su voluntad los miembros de la organización las violaban en numerosas ocasiones como "ejercicio de entrenamiento".

Macroprostíbulo en La Jonquera

El segundo grupo regentaba unmacroprostíbulo enLa Jonquera, propiedad de un matrimonio afincado en Valencia, desde donde controlaba en tiempo real todo lo que ocurría a través de unsistema de videovigilancia. Las mujeres eran explotadas sexual y laboralmente, permaneciendo en situación desemiesclavitud, obligadas a realizar jornadas de doce a catorce horas y a hacer uso delectores de huella dactilar al inicio de la jornada y de forma previa a cada servicio sexual. Los datos eran enviados a un ordenador central, que permitía el control de cada una de las mujeres de forma permanente.

El club exigía a las mujeres pagar 70 euros diarios para mantener "la plaza", incluso los días que no ejercían la prostitución. Pagaban además cinco euros por gastos de electricidad, dos por cada rollo de papel higiénico o siete por el jabón, mientras que los preservativos, lubricantes, servicio de lavandería, comida, agua, refrescos o tabaco también tenían que adquirirlos en el local a precios desorbitados. O incluso pagarse análisis clínicos mensuales.

Dinero enviado en autobús

Las investigaciones han permitido constatar envíos regulares de dinero al extranjero, realizados por el lugarteniente del dueño del club, de nacionalidad alemana, a través de empresas de envío de dinero, a cambio de las correspondientes comisiones. Este individuo, además, facilitaba inmuebles de alquiler a los proxenetas y las víctimas, y dirigía un grupo de conductores que transportaba a las mujeres al club, cobrando 15 euros por trayecto.

Otro método empleado para sacar los beneficios obtenidos era con la colaboración directa de los chóferes de una empresa de autobuses de línea regular de viajeros con Rumanía. Además de las 19 detenciones, se ha concedido la entrega de otros dos miembros de la red que se encuentran en Rumanía y han resultado imputadas cinco personas jurídicas.