EL INCIERTO FUTURO DE UN ICONO DE LA CIUDAD DE MADRID

El desahucio del Tío Pepe

Antes y ahora. El luminoso Tío Pepe, en una foto de archivo, y el número 1 de la Puerta del Sol en obras, el pasado domingo

Antes y ahora. El luminoso Tío Pepe, en una foto de archivo, y el número 1 de la Puerta del Sol en obras, el pasado domingo / periodico

MANUEL VILASERÓ / Madrid

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Sobrevivió a la guerra civil, a la posguerra, a todas las crisis económicas y a una expeditiva ordenanza municipal de publicidad, pero es muy probable que se lo lleve por delante la multinacional Apple. Una campaña que ya ha recogido en internet 27.000 firmas reclama al gigante tecnológico que mantenga el cartel luminoso de Tío Pepe en el edificio que la compañía se dispone a ocupar en la Puerta del Sol. "Este anuncio publicitario que ha iluminado campanadas de Nochevieja, cabalgatas de Reyes, el 15-M y otras manifestaciones, ha puesto fondo a películas, postales y libros, forma parte del paisaje de Madrid y no pueden eliminarlo" , ha proclamado con enorme eco Víctor García-Hoz, el promotor de la recogida de firmas, sin que hasta ahora la empresa de la manzana se haya dado siquiera por aludida. «No hacemos comentarios» , es todo lo que responden sus portavoces.

Toda la información sobre la cuestión proviene de la propietaria de las bodegas que producen el vino fino de Jerez Tío Pepe, González Byass, que quiere mantener su símbolo en el número 1 de la Puerta del Sol, sobre lo que hasta ahora era el Hotel París, pero a la que se le acaba el contrato de arrendamiento el próximo 30 de junio. El cartel fue retirado en abril del año pasado coincidiendo con el inicio de las obras de reforma, y los futuros ocupantes no están por la labor de renovar el contrato pese a que en su lugar no podrán lucir la manzana mordisqueada porque la ordenanza de publicidad lo prohíbe taxativamente. "No quieren que esté en su azotea y no podemos hacer nada", dijo un portavoz de las bodegas que homenajearon al tío de su fundador bautizando con su nombre uno de sus productos estrella.

Madrid postsoviético

El anuncio de Tío Pepe es el único que queda en la Puerta del Sol y a punto estuvo de caer a finales de la pasada década cuando el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, emprendió la operación limpieza de los luminosos sesenteros que daban a algunas calles de la Madrid la imagen de una capital postsoviética. De esa purga se salvaron muy pocos. El luminoso de tónica Schweppes en Callao, el de BBVA en la avenida de la Castellana, el de Firestone lejos del centro y el de Tío Pepe. De este dijo Gallardón entonces que era "a Madrid lo que la Torre Eiffel a París" . Más allá de la exageración, que podría despertar carcajadas en la ribera del Sena, lo cierto es que botella de Jerez con una chaquetilla, sombrero cordobés, una guitarra y el lema Sol de Andalucía embotellado se instaló en la retina de los madrileños mucho antes que otros símbolos de la ciudad. Preside la Puerta del Sol desde 1935, mientras que la placa del k ilómetro cero se instaló en 1950 y la escultura del oso y el madroño en 1967.

Pese al entusiasmo de Gallardón, su sucesora, Ana Botella, se ha encogido de hombros: "Se trata de un acuerdo entre privados" . Lo mismo dice la Comunidad de Madrid, aunque en su mano estaría ampliar al cartel la declaración de Bien de Interés Cultural que protege el conjunto arquitectónico de la plaza.

Al simpático cordobés no le faltarán alternativas. La inmobiliaria Restaura ya le ha ofrecido su azotea en el número 9 de la misma Puerta del Sol, y Coca Cola, su sede cerca de la feria del Campo de las Naciones. Ana Botella afirmó el pasado jueves que hay otras ofertas en la misma Puerta del Sol. Pero de momento González Byass y los 27.000 internautas que le apoyan se mantienen en sus trece. No es lo mismo el emblemático número 1 que preside la plaza en solitario por el Este que cualquier otra.

Apple parece impermeable a las críticas, confiada en el prestigio que da a sus clientes el solo hecho de poseer sus productos, pero a veces todo se da la vuelta por razones en apariencia insignificantes. Los internautas que defienden a Tío Pepe subrayan en la red que la multinacional no declara en España los beneficios que obtiene, así como las condiciones de trabajo de sus empleados en el Tercer Mundo.