La tijera en el plato escolar

'No' del Baix Llobregat a las becas de Ensenyament

El Govern confía en que la diputación adelante las subvenciones al comedor

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Los miembros de la cúpula del Consell Comarcal del Baix Llobregat salieron ayer desesperanzados de la sede de la Conselleria d'Ensenyament. Habían acudido allí convocados por la directora general de Atenció a la Família y de Comunitat Educativa, Meritxell Ruiz, para analizar si las ayudas en materia de becas de comedor en la comarca están o no por debajo de lo socialmente aceptable. Joaquim Balsera, presidente del consejo comarcal, sostiene que sí, que es urgente una inyección de medio millón de euros para garantizar que ese tipo de ayudas alcanzan para todas las familias que realmente lo necesitan. La directora general, según Balsera, ofreció tres posibles soluciones al problema, a cual más inaceptable para él.

Los remedios de la Generalitat, no excluyentes entre sí, son fáciles de explicar, pero no de aplicar, según Balsera. Primero: reducir el importe de la ayuda por familia. En la práctica ello es poco menos que plantear que los recortes recaigan sobre las espaldas de quienes más sufren la crisis.

Segundo: reconsiderar los baremos con los que se examinan las solicitudes. Es decir, subir el listón. Según Balsera, abrir la puerta a que se dañen injustamente economías familiares ya maltrechas.

Tercero: que los municipios más afectados le den la vuelta a los bolsillos de sus presupuestos en busca de partidas extraordinarias con las que complementar los fondos prometidos por la Generalitat.

Ninguna de esas tres soluciones agradó al Consell Comarcal del Baix Llobregat. La Generalitat, al parecer, es consciente de que las dos primeras propuestas difícilmente prosperarán. Para la tercera, en cambio, confía en que lleguen a buen puerto las conversaciones que ha abierto con las cuatro diputaciones catalanas, y que de momento dio como fruto un convenio suscrito la semana pasada. El parche consiste en que la diputación provincial, en este caso la de Barcelona, eche mano de sus recursos propios y anticipe a los municipios parte del dinero que les adeuda la Generalitat, pues en realidad el problema de las becas comedor es doble. Por una parte está la insuficiente dotación presupuestaria (entre que se presentaron la solicitudes, en junio, y comenzó el curso, en septiembre, la situación laboral de muchas familias empeoró). Por otra, está la morosidad de la Administración autonómica. Los menús escolares se sirven a diario en las escuelas porque padres, escuelas, municipios y empresas que gestionan las cocinas arriman (no tienen otra opción) el hombro.

EL 'ERROR' DE TENER HIJOS / El conflicto, por lo tanto, no está resuelto. Sigue abierto. Balsera por ello aprovechó ayer el fiasco de la reunión con Ruiz para puntualizar un par de cuestiones o, más bien, evitar que el debate sea objeto de maledicencias. El presidente del Consell Comarcal del Baix Llobregat y alcalde de Gavà quiso subrayar que quienes piden una beca de comedor no son familias enquistadas en la prestaciones sociales ni tampoco mayoritariamente inmigrantes. De hecho, un 84% de los socilitantes en el Baix Llobregat son españoles. «Estamos hablando en muchos casos de parejas de entre 35 y 45 años que cometieron elerrorde tener hijos y comprar un piso para vivir», expone Balsera.

Ayer, por el momento, en un pleno extraordinario la Diputación de Barcelona acordó destinar 168,5 millones de euros a pagar deudas de la Generalitat. Cada municipio podrá, como máximo, percibir cinco millones de euros. El ingreso debería formalizarse antes de finales de abril. Después, a plazos, la Generalitat devolverá esas cuantías a las arcas de la diputación provincial. Por esa vía puede resolverse parcialmente el problema de las becas de comedor. Con todo, Balsera insiste en que la partida global es corta.