David Alcalá: «¡Yo no hice el 'storyboard' de 'Tadeo Jones'!»

-Sí, claro, lo suyo es crear tu propio personaje, y que tenga notoriedad. ¡Pues yo tengo un personaje creado, un personaje mío!

-Ah. ¿Y cómo se llama? ¿Qué  es? ¿Quién es?

-Se llama Gatuso. Es un gato.

Gatuso es azul y tiene un par de colmillos blancos, y además tiene poderes: es fuerte. Vive no solo en las historias que David publica en fanzines y en internet, sino en las estanterías de su pequeño local en Mataró, como peluche y como figura de plástico. «El peluche me lo hizo la madre de una alumna, y la figura, alguien que conocí en un autobús, el año pasado, cuando iba a Angulema». Gatuso es un símbolo: representa lo que David anhela. Si fuera escritor, sería el manuscrito con el que iría de editorial en editorial. De momento, mientras la flauta suena, vive de hacer storyboards y de dar clases a los niños.

-Editarlo es difícil, porque aquí las editoriales de cómic van sobre seguro. Básicamente, tienes que triunfar fuera para que te editen aquí; conozco casos. Además, mi estilo de dibujo choca, está entre el manga y el cómic español, pero no es ni lo uno ni lo otro. Al que no le parece manga, le parece cómic español.

-¿Triunfar fuera? ¿Es el único camino?

-En el campo en el que yo me muevo, sí. El arte en España no está valorado. «Hazme esto gratis ya que te gusta dibujar»: es algo que oigo mucho. Mi objetivo es trabajar en el extranjero, en Francia o Canadá, dos países donde los ilustradores están bien considerados.

-Pobre Gatuso. ¿No tiene opciones?

-Hombre, ya tengo colgados 13 o 14 capítulos en una web, Misión Tokyo, que es una página en la que colaboro bastante, pero si alguna vez quisiera verlo impreso en papel tendría que pagármelo yo, autoeditarme. Y así, sin respaldo, sin nada, es complicado.

-¿De dónde surgen los personajes de cómic? ¿De dónde surge su gato?

-Gatuso surgió por un encargo que me hicieron. Una empresa de informática que quería una mascota que fuera un gato. Yo hice muchos gatos, ¡pero muchos!, y entre todos los que hice este me pareció gracioso y lo guardé. Ellos se quedaron otro. Empecé a usarlo para hacer mercadeo para los salones del manga, chapas y tonterías. La gente me decía: «David, ¿por qué no haces un cómic con esto?». Y así fue, un día me dieron ganas de hacer una historia y aproveché el gato.

-Explíqueme cómo se gana la vida.

-Más que nada, haciendo storyboards por encargo y dando clases de cómic a los niños. Lo hacen muchos ilustradores para poder vivir. Sobre todo lo de hacer storyboards.

-Para…

-Para el mundo de la animación, pero proyectos pequeños, no vaya a creer… ¡No fui yo el que hizo el storyboard de Tadeo Jones! Todo funciona por internet, te dan una historia, unos personajes, y tú te ciñes a eso.

-Entiendo. ¿Y en sus ratos libres llena de personajes sus paredes?

-¿Esto? Esto es un supermural que yo creo que es un récord Guinness, no lo sé. La historia es que yo me piqué porque un día vi en internet que alguien había hecho un póster con 115 personajes de manga. Y yo dije: «Pues yo voy a hacer 120». Lo hice, pero entonces, al llegar a 120, alguien me dijo: «¿Y por qué no haces 500?» Y yo: «Venga», además porque ya entonces estaba pensando: «Me he dejado este, me he dejado el otro…» Llegué a 500, y entonces la gente empezó a decirme: «¡Haz los 1.000!». Y yo me fui a por los 1.000.

-Se necesita saber mucho de manga.

-Manga y animación japonesa, manganime. Y sí, yo conocía, pero he tenido que investigar mucho. Ahora voy a por los 2.000.

-¿Y esto es un récord Guinness, en serio?

-Estoy mirando. Fue la gente la que empezó a decírmelo. Me haría gracia, claro. Pero seguro que hay un chino zumbado que me tumba. Es lo que siempre digo.