POLÉMICA EN LA IGLESIA

El cura gay expulsado del Vaticano pide al Papa que "abra los corazones de los obispos"

Krzysztof Charamsa, durante la entrevista a Catalunya Ràdio.

Krzysztof Charamsa, durante la entrevista a Catalunya Ràdio. / periodico

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 Krzysztof Charamsa, el sacerdote homosexual expulsado del Vaticano de forma fulminante tras revelar su condición sexual, ha dirigido una carta al papa Francisco en la que le pide que, en el Sínodo de la Familia --que empezó este pasado lunes--, "abra los corazones de los obispos". "Que les recuerde que en el sínodo están representadas todas las familias, los obispos deben de pensar en todas las familias, sin exclusiones. Ninguna minoría debe quedar fuera", ha subrayado Charamsa en una entrevista en 'El matí de Catalunya Ràdio'.

"No somos enemigos de la familia, ni maníacos del placer. La Iglesia debe acoger la vida de los homosexuales. Somos buena gente y defendemos la familia", ha destacado en un momento de la entrevista.

Charamsa ha destacado que el Sínodo de la Familia puede ser "el gran momento de revolución" de la Iglesia católica si el papa Francisco logra "abrir los corazones". El Pontífice ha abordado este cónclave centrándolo en el desafío de las nuevas familias.

VIDA EN PAZ

Sobre la polémica abierta tras sus revelaciones, y que le han valido la expulsión del Vaticano y la pérdida de su puesto en la Universidad Pontificia, Charamsa ha explicado que hacer pública su homosexualidad le ha liberado. "No he estado nunca tan libre, con tanta paz y transparencia. He liberado mi vida y soy mejor sacerdote", ha señalado.

No considera que su expulsión se haya debido al hecho de que tiene pareja, un joven catalán, sino a su condición sexual. "Soy un gai feliz orgulloso de serlo. La reacción contraria no es por el hecho de tener pareja, sino por el hecho de ser un homosexual que ya no tiene miedo de decirlo", ha insistido.

MENSAJES DE APOYO

El religioso ha asegurado toda esta polémica "ha servido de algo si al menos una persona necesitaba que se dijera abiertamente que los gais existen y piden que la Iglesia les trate con amor y con razón". Y ha revelado que ha recibido "muchos correos de sacerdotes que me agradecen el paso adelante. Hacía falta decir abiertamente que los gais existen". 

El sacerdote está pendiente de si el Obispado de Polonia --país del que es originario-- le permite seguir ejerciendo como sacerdote y continuar oficiando misa. "De momento no me imagino mi vida sin ser sacerdote. Lo amo, pero con total transparencia. Ya no podía más". Y respecto a la posibilidad de que el obispado no se lo permita, asegura: "Estoy seguro que seré sacerdote siempre, también cuando no pueda decir misa".