desbordamientos por las lluvias y el deshielo

La crecida del Ebro pone en alerta a Aragón y Catalunya

El tramo catalán del río alcanzará el nivel máximo el domingo por la tarde

Miembros de Protección Civil navegan a remo por las calles de Tudela, ayer.

Miembros de Protección Civil navegan a remo por las calles de Tudela, ayer.

RAFAEL MORALES
TARRAGONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El episodio de lluvias de los últimos días en el norte de España, unido al significativo aumento de las temperaturas y el consiguiente deshielo en las montañas, está provocando desde el jueves desbordamientos del Ebro a medida que su curso va descendiendo. Los niveles de agua del río empezaron a descender ayer en el tramo alto de la cuenca, pero van en aumento en su camino hacia el delta y se espera que alcancen el máximo el domingo por la tarde. La situación se podría complicar si las malas condiciones meteorológicas se alargan más allá del fin de semana.

Las previsiones señalan que el pico del repunte se producirá el domingo en Zaragoza con un caudal por encima de 2.100 metros cúbicos de agua por segundo al paso por El Pilar. En Catalunya, la Generalitat mantiene la prealerta por inundaciones, pero confía en que el desembalse controlado en los pantanos de Mequinenza, Riba-roja y Flix, que están dejando ir hasta 1.600 metros cúbicos por segundo, evite avenidas mayores que las que ya ha habido tanto en Tarragona como al norte de Zaragoza. «Los caudales máximos han llegado a 2.400 metros cúbicos por segundo», explicó Xavier de Pedro, presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Los ayuntamientos y los agricultores de poblaciones de la ribera situadas al norte de Zaragoza en la zona troncal del río se han quejado del daño que están provocando las avenidas de agua. Ayer volvieron a reclamar que se draguen algunos tramos del río. «No se pueden hacer excavaciones en el lecho del río y menos aún en el tramo medio, donde la protección medioambiental es más rigurosa», justificó ayer la CHE.

EL DELTA SE BENEFICIA / «Los agricultores saben que los ríos se desbordan de vez en cuando», argumentó Quim Pérez, de Ecologistes en Acció. Aseguró que donde hace más daño el agua es en zonas inundables en las que el hombre ha intentado canalizar el río. «El agua irá de maravilla para la pesca y para que no avance la salinización», aclaró respecto a los cultivos y la conservación del delta. Lo mismo opina Dani Forcadell, de la Unió de Pagesos. «Esto es fantástico para la pesca y los payeses saben que esto ocurre dos o tres veces al año y que no es grave», explicó.