El Costa Concordia ya parte hacia a Génova para su desguace

Está previsto que el barco llegue a puerto el próximo domingo

Reflote del Costa Concordia

Reflote del Costa Concordia / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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Poco antes de las nueve de este miércoles, dos remolcadores transoceánicos han empezado a girar de 70 grados el relicto de 114.500 toneladas de peso del crucero Costa Concordia para colocarlo en dirección norte, hacia Génova, donde debería llegar el domingo para ser desmantelado.

Será su último viaje tras el naufragio de la noche entre el 13 y 14 de enero de 2012, causado por haberse acercado demasiado a unos escollos poco distantes de la isla del Giglio, en la región Toscana. Murieron 32 personas y en dos horas se consiguió salvar a unos 4.000 pasajeros de la nave. El comandante Francesco Schettino está siendo procesado por homicidio plúrimo y abandono de la nave, ya que salvó su pellejo sin esperar que los turistas que viajaban en ella se hubiesen puesto todos ellos a salvo, como prescriben las leyes del mar.

Sucesivamente murió un submarinista español que trabajaba en el rescate y falta por encuentrar a un disperso, un camareno de India.

En el momento de comenzar las operaciones los dos remolcadores sonaron repetida y largamente las sirenas en una especie de despedida, que se trocaron en un lúgubre lamento de adiós. En la isla se produjo un prolongado aplauso entre los centenares de habitantes y curiosos que asistían a la partida de la nave y que en estos años han vivido la insólita situación frente a sus ventanas, por la que el relicto de una nave se había transformado en un icono mundial.

'Turismo de catástrofe'

El 'turismo de catástrofes', como lo llaman lo operadores, ha aumentados en estos 30 meses de un 103%. "Muchos lamentarán la partida del Concordia, pero ya era hora de que se fuera", decían esta mañana los vecinos. El párroco del lugar se había acercado esta mañana al relicto a bordo de una embarcación para echarle una bendición propiciatoria para su último viaje.

Catorce embarcaciones con mansiones diferentes acompañan el Costa Concordia durante su viaje, precedidas por una nave centinela que informará sobre cualquier obstáculo que se encuentre en la ruta seguida. Además de las costas de la isla de Córcega, por las que París ha exigido a Roma certificación escrita sobre la seguridad de la operación, el relicto deberá atravesar lo que se conoce como el “santuario de los cetáceos”, situado en el Alto Tirreno.

Otra nave-barrendera, supervisada desde el cielo por un avión Atr, cerrará el insólito cortejo marino, con la finalidad de recorger los eventuales y casi seguros residuos físicos y orgánicos que se desprendan de la nave, como en estos días han explicado los técnicos. Entre medio, 12 embarcaciones, entre ellas una nave-hotel de nacionalidad francesa destinada a las 12 personas que desde lo alto del relicto dirigen la espectacular operación, al mando del australiano Nick Sloane, especialista en rescates semejantes. La singular procesión irá siempre acompañada desde lo alto por dos helicópteros de la Guardia Costera, con la función de evacuar a las 12 personas que viajan sobre el relicto en el caso de que se produzca alguna emergencia.

Es la primera vez que se realiza una análoga operación de reflote de una nave naufragada

Es la primera vez que se realiza una análoga operación de reflote de una nave naufragada dentro de un parque marino natural y de su sucesivo remolque en pleno Mediterráneo. En la labor han trabajado unas 500 personas de unas 150 empresas durante dos años y medio y el coste final ascenderá a unos 1.500 millones de euros. El desguace de la nave costará unos 100 millones de euros.

Para reflotar el cadáver del crucero han sido colocados 15 arcones por lado de la bodega, primero llenos de agua, sucesivamente sustituida por aire comprimido. Están sostenidos por unas gigantescas cadenas realizadas expresamente para esta operación, formada por unos anillos cada uno de los cuales pesa por sí sólo 400 kilos. Además de las 150 empresas, varias universidades italianas han trabajado para encontrar la fórmula técnica más adecuada para la recuperación del relicto.

"Hoy pondremos punto final a este asunto y cantaré victória solo cuando la nave haya llegado a Génova", ha comentado Franco Gabrielli, director de Protección Civil, que por cuenta del Estado supervisa desde enero 2012 todas las operaciones entorno a la nave. Ha añadido que “después habrá que apagar los focos”.