El precio de la educación

La contratación de monitores escolares tendrá un IVA del 21%

Un equipo de monitoras atiende el comedor del colegio Ramon Llull de Barcelona, en septiembre pasado.

Un equipo de monitoras atiende el comedor del colegio Ramon Llull de Barcelona, en septiembre pasado.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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La contratación de monitores para atender los comedores escolares, tutelar las acogidas matinales y vespertinas, organizar actividades extraescolares o acompañar a los alumnos en excursiones va a resultar mucho más cara a partir de ahora. Estos servicios, que mayoritariamente no aplican ahora el IVA porque se acogen a la exención de que disfrutan las actividades educativas, tendrán que aplicar a sus facturas un aumento del 21% en concepto de IVA, según ha comunicado recientemente el Ministerio de Hacienda a la patronal Acellec, que agrupa a las empresas catalanas del sector.

«Esta decisión va a provocar una situación terrorífica, no solo para las empresas, sino también para las familias y los colegios, sobre quienes antes o después acabará repercutiendo la subida», alertó ayer Pep Montes, gerente de la Acellec. La noticia llega, además, en la peor de las coyunturas: a mitad de un curso en que los servicios de monitor han visto reducida drásticamente la demanda por culpa de la crisis.

Del precio del menú escolar (6,20 euros como máximo en Catalunya), la mitad corresponde a los alimentos y el servicio de cocina, sobre los que se factura el 10% del IVA del sector hostelero. La otra mitad es con la que se paga el servicio de monitores, que experimentará una subida notable. «Como los precios que se cobran en estos momentos se pactaron a principios de curso, es posible que muchas empresas decidan asumir de momento el sobrecoste, pero es lógico pensar que, cara al próximo septiembre, habrá incrementos», indicó el gerente de la patronal, que ha pedido ya apoyo a partidos políticos y a agentes sociales.

EFECTOS RETROACTIVOS / La medida tiene, encima, efectos retroactivos y «no solo afectará a las empresas mercantiles, sino también a las entidades sociales que prestan estos mismos servicios», aseguró Montes. «El origen de todo es una consulta vinculante que la Acellec hizo hace ya dos años y medio a la dirección general de Tributos, tras comprobar que no existía un criterio único a la hora de facturar estos servicios», explicó.

«Nos encontrábamos con que unas empresas aplicaban el IVA superreducido; otras, el normal, y la mayoría no contemplaban este impuesto, al considerar que podían acogerse a la exención aplicable a los servicios educativos», indicó. Ha sido en la respuesta a esa consulta cuando el sector ha sabido que «Hacienda opta por el criterio más restrictivo, que es el que se aplicará a partir de ahora en todas las inspecciones tributarias».