CONSECUENCIAS EN LA PENÍNSULA

El consumo de la hortaliza también se desploma en el mercado español

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Ni un pepino de Almería. Y tan solo alguna pequeña partida -menos de las que suelen ser habituales- de los cultivados en Catalunya. Los mayoristas hortofrutícolas de Mercabarna constataron ayer, de primera mano, que la crisis alimentaria declarada en Alemania ya empieza a tener impacto entre los consumidores españoles. A media mañana, el nerviosismo en el mercado central barcelonés era evidente: las ventas de la hortaliza, que ahora se empieza a recolectar en el Baix Llobregat y el Maresme, estaban prácticamente paralizadas. «Se vende, pero sin ninguna alegría», indicaron fuentes de la operadora. Cuando unas horas más tarde se supo que la culpa de las intoxicaciones no es atribuible a los pepinos españoles, se pasó del enfado a la inquietud.

Y es que la incertidumbre es, en opinión de distribuidores, intermediarios y productores, el peor escenario imaginable. Si la crisis continúa sin que se determine qué agente está causando los casos de contaminación por la bacteriaE. coli, no se descarta que el descenso en el consumo acabe afectando a otros productos, con lo que el mercado de hortalizas de Mercabarna se vería seriamente perjudicado.

Una de las primeras en retirar el pepino de sus establecimientos ha sido la cadena de supermercados de descuento Lidl, con sede central en Alemania, que ha suspendido la venta de la hortaliza de cualquier lugar de procedencia en sus superficies españolas.

CUMBRE CATALANA / A la espera de que el sector se reúna hoy con la Conselleria d'Agricultura para decidir cómo se pueden minimizar los efectos de la crisis alimentaria en Catalunya, las organizaciones agrarias arremetieron ayer contra las «especulaciones» lanzadas desde Alemania en contra de los productos españoles. «Esta situación está provocando un daño incalculable y muy difícil de reparar», lamentó el presidente de ASAJA en Lleida, Pere Roqué. Para la Unió de Pagesos (UP), las autoridades germanas «han actuado de forma desleal».

La alarma sanitaria ha dado lugar a una situación «que perjudica injustamente y sin fundamento a los productos de huerta catalanes», denunció la organización agraria. A su entender, «lo más triste de esta historia ha sido el frágil papel que han desempeñado los políticos españoles, que han demostrado su escaso peso en Europa, sobre todo frente a los alemanes», agregó Josep Maria Coll, responsable de calidad y seguridad alimentaria del sindicato. Según el portavoz de la UP, es difícil calcular en estos momentos a cuánto ascenderán en Catalunya las pérdidas ocasionadas por el bloqueo a productos españoles.

Los productores andaluces estiman que, semanalmente, han dejado de exportar hortalizas y verduras (pepinos, tomates, lechugas y también fresas de Huelva) por valor de unos 200 millones de euros.