Actuaciones controvertidas de la policía autonómica

«Yo no sé con qué proyectil me dieron, pero fue un mosso»

Ester Quintana, tras recibir el impacto que le hizo perder un ojo, el pasado día 14.

Ester Quintana, tras recibir el impacto que le hizo perder un ojo, el pasado día 14.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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Play.Comienza el vídeo. En la pantalla, un rostro de mujer, un parche blanco en el ojo izquierdo y la mitad de una mirada azul.

Ester Quintana ha roto su silencio. Esta mujer de 41 años ha decidido por fin explicar su versión de los hechos ocurridos la noche en que un brutal impacto le ocasionó la pérdida del ojo izquierdo. De confirmarse que la herida se la produjo un proyectil antidisturbios, Quintana sería al menos la séptima persona en cuatro años que sufre heridas graves en un ojo en un desorden reprimido por los Mossos d'Esquadra.

Ayer por la mañana se hizo público a través de internet el vídeo que Quintana grabó a principios de semana, en el que relata cómo al intentar volver a casa tras la manifestación de la huelga general del 14-N se vio atrapada en la zona entre el paseo de Gràcia, Gran Via y Casp, pues los Mossos habían cortado las salidas. «Me giré y vi los furgones y los policías. Entonces noté el impacto en la cara. El dolor era indescriptible. Le dije a Luis [su acompañante]: '¡Me han dado! ¡No tengo ojo! ¡No tengo ojo!'. No es que me doliera un punto concreto. Me dolía toda la mitad izquierda de la cara», relata, y las lágrimas le resbalan mejillas abajo.

POPULAR EN EL BARRIO / Quintana, vecina de La Verneda y muy conocida en el barrio por su participación en actividades culturales, explica que el impacto le destrozó el globo ocular y le seccionó el nervio óptico, además de romperle el pómulo. Eso ha hecho que, además de la pérdida de la visión, se le haya tenido que retirar el ojo, sustituido por una prótesis. «He visto imágenes en las que el señor Felip Puig [consellerde Interior] dice que allí no hubo ninguna carga. Yo tengo la prueba en mí misma de que lo hicieron. Yo no sé con qué proyectil me dieron, pero fue un mosso con un proyectil. Quizá [Puig] me podría explicar, verme a mí y explicarme que allí no había policía y que no cargaron», dice.

En el vídeo, la mujer explica que en el Hospital de Sant Pau, donde le dieron el alta apenas cinco días después de ingresar, se negaron a darle asistencia psicológica, pese a que ella y su familia la solicitaron. Quintana denuncia que incluso las curas de su herida, que tiene que llevar a cabo cada ocho horas, se las está teniendo que hacer su madre. Además, lamenta que nadie de la Administración haya contactado con su familia para interesarse por su estado. «No es humanitario», dice esta mujer que, antes de la lesión, se había quedado en paro y se había tenido que trasladar a vivir a casa de sus padres. Su propia madre interviene en el vídeo: «El que ha hecho esto, si tiene hijos, que se ponga la mano en el pecho a ver si duele o no duele».

ASUMIR LO OCURRIDO / Según Andrés García Berrio, uno de los abogados de Ester, el vídeo es «un ejercicio de transparencia para explicarle a la sociedad lo que ocurrió esa noche». El letrado explica que «Ester aún está muy frágil y no puede atender a los medios». «Ahora mismo está reconstruyéndose, intentando asumir lo ocurrido», añade García Berrio. El abogado señala que disponen de testigos que avalan la versión de que Ester fue víctima de un proyectil disparado por un agente de la policía autonómica. «Hemos requerido al juez que ha abierto diligencias sobre el caso que recopile las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona», dice el abogado, que además de la denuncia puesta la semana pasada avanza la interposición en breve de una querella criminal. «Interior, si quiere, puede saber quién disparó el proyectil que impacto en Ester. Exigimos que lo haga», agrega.

Este diario ha localizado a dos testigos que aseguran haber visto cómo en la zona los Mossos dispararon. «Yo vi mossos bajar de las furgonetas y disparar», explica Leónidas Martín, profesor de la facultad de Bellas Artes de la Universitat de Barcelona, una de las personas que asistieron a Ester. «En la esquina de Casp con paseo de Gràcia -sigue- un chico dijo que había recogido uno de los proyectiles que disparan las nuevas lanzaderas de los Mossos». El fotógrafo Edu Bayer, que retrató a Quintana, asegura que vio disparar a los Mossos entre Casp y plaza de Catalunya.

LESIONES OCULARES / Fuentes de Interior insistieron en que en esa zona no se dispararon ni pelotas de goma ni proyectiles de lanzadera. «Se han revisado minutajes, registros, todo... Y allí no se disparó», destacaron esas fuentes, que contaron que en la zona había jóvenes lanzando objetos.

Catalunya concentra la mayoría de los incidentes con proyectiles antidisturbios ocurridos en España en los últimos años. Proyectiles que con insólita frecuencia han causado graves lesiones oculares. Sin embargo, ni los Mossos ni la Conselleria d'Interior se plantean dejar de usar este material.

Nicola Tanno, que perdió un ojo por una pelota de goma en el 2010 y que es portavoz de la asociación Stop Bales de Goma, se pregunta: «¿Cómo puede ser que en Catalunya haya tantas lesiones oculares? No es casualidad. Y nunca se encuentra a los responsables, nunca se castiga a nadie y, a las víctimas, nunca se les pide perdón».

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