Los retos de la educación

¿Cómo orinan los pájaros?

Un texto divulgativo sobre biología anima a los estudiantes de selectividad a demostrar su comprensión lectora en catalán La primera jornada de las pruebas concluye sin incidencias

Atentos 8 Un grupo de estudiantes recibe las instrucciones del profesor en un aula del Campus del Mar de la UPF, antes de iniciar la selectividad.

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M. J. I.
BARCELONA

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Lengua castellana, a primera hora, y, después, catalán. Tener que lidiar, de buena mañana y con los nervios a flor de piel, con un texto que analiza cómo se forman los neologismos y cómo la lengua ha sido capaz de incorporar nuevos términos tecnológicos y científicos no es precisamente el mejor de los arranques. Aun así, buena parte de los 31.025 estudiantes catalanes que ayer empezaron las pruebas de acceso a la universidad escogieron responder, en la prueba de castellano, a las preguntas planteadas en torno a un texto titulado Los neologismos científicos y tecnológicos en español, extraído de una ponencia pronunciada en el 2010 por el ingeniero industrial y escritor uruguayo Juan Grompone. La alternativa, un texto de La casa de los espíritus, de la chilena Isabel Allende.

«He empezado muy nerviosa, sí, pero a medida que me he puesto a responder las preguntas, me he tranquilizado y he ganado confianza. La verdad es que no ha sido un examen muy distinto a los que hemos ido haciendo en el instituto, aunque siempre hay alguna pregunta que sorprende», explicaba, ya por la tarde y mucho más relajada, Helena Úbeda, alumna del instituto Salvador Espriu de Barcelona y aspirante a estudiar, el próximo curso, un grado de Publicidad y Relaciones Públicas. «En mi caso, en cuanto he visto que en la otra opción, en la A, había una pregunta sobre gerundios, me he decidido por la B», subraya, pragmático, Jaume Martín, alumno también del Salvador Espriu y candidato a convertirse en periodista.

En catalán, las alternativas para el ejercicio de comprensión lectora fueron Montserrat Roig, a partir de un extracto de su novela Molta roba i poc sabó... i tan neta la volen, y un artículo de Albert Masó publicado el pasado enero en la revista Els perquès de Mètode, que edita la Universitat de Valencia, de divulgación científica. Como en castellano, también la opción B fue la más escogida. «Es que eso de aprender cómo mean los pájaros tine su gracia. Es un examen del que nos acordaremos todos», dice Jaume.

Lágrimas en matemáticas

Tras las lenguas -bastante asequibles, según la opinión general-, llegaron las primeras lágrimas. Fue en el examen de Matemáticas para las ciencias sociales, una de las pruebas que los estudiantes tuvieron que afrontar a última hora de la mañana, dentro del capítulo de materias de modalidad, las específicas de cada especialidad de bachillerato. «Creo que ha sido mucho más difícil que otros años», protesta Helena, que, pese a todo, se siente bastante esperanzada respecto a sus resultados.

Precisamente fue en este examen donde el año pasado se registró el primero de los tres errores tipográficos y de contenidos que tantas protestas de los estudiantes suscitaron y que han conducido al Consell Interuniversitari de Catalunya a revisar los protocolos de la selectividad de este año. De momento, parece que los nueve filtros de inspección y control que se han aplicado en el proceso de elaboración de los exámenes están dando buenos resultados.

La jornada de ayer acabó por la tarde con Literatura Catalana y Dibujo Técnico. Para este jueves está prevista la prueba de fuego, las Matemáticas para el bachillerato científico, que en el 2013 tuvo que ser repetida por culpa de un descuido del equipo redactor. Las sesiones de hoy empezarán, a primera hora, con Historia o Filosofía y, luego, con la lengua extranjera. Las mates llegarán antes de  comer, junto con el Latín y el Dibujo Artístico.

Por cierto, los pájaros no orinan.