Comedores en cuestión

Las críticas a las ayudas alimentarias siguen, pese al aumento de los últimos años

M. J. I. / BARCELONA

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Por muy satisfecha que esté la Generalitat con su reciente reforma de las becas de comedor, que la 'consellera' de Benestar Social, Neus Munté, ha vuelto a defender esta misma semana en el Parlament, el modelo catalán de ayudas alimentarias escolares sigue generando críticas. De entrada, porque las ayudas que se conceden por razones socioeconómicas no son obligatorias (solo lo son las que obedecen a criterios geográficos), pero también porque en la mayoría de los casos estas becas solo cubren un porcentaje del coste del servicio del comedor y muchas familias no pueden aportar la parte que les corresponde.

En otros países europeos, explican los autores del último informe sobre el sistema de becas de la fundación Jaume Bofill, los estados (Francia, Italia, Irlanda o el Reino Unido) financian una parte del servicio de comedor. En el caso de Francia, son los directores de colegios los que conceden las ayudas alimentarias a los hijos de las familias más desfavorecidas y quienes informan a las familias sobre cómo acceder a ellas. En el Reino Unido, todos los que reciben un subsidio estatal, los que ingresan una renta familiar inferior a 22.900 euros (16.190 libras) o los beneficiarios de asilo tienen derecho a la gratuidad del comedor escolar.

En Estados Unidos, el National School Lunch Program (Programa Nacional de Comidas Escolares) subvenciona a los colegios para que sirvan comidas gratuitas o a bajo coste a sus alumnos. Este programa incluye los tentempiés que se dispensan a los alumnos de hasta 18 años en actividades extraescolares. Para optar al comedor gratuito, los estudiantes han de acreditar que sus familias tienen una renta inferior al 130% del nivel de pobreza del país. Para tener un descuento, hay que demostrar que los ingresos son de entre el 130% y el 185% de ese umbral.

En Suecia y Finlandia, el coste del comedor se considera un servicio educativo y por lo tanto es gratuito, sean cuales sean las rentas familiares de los alumnos. En otros lugares, se están extendiendo cada vez más las ayudas para desayunos para chicos procedentes de entornos familiares desfavorecidos.