CRÓNICAS AÉREAS

El comandante Sardà despega

El periodista y empresario pone en marcha un centro de simulación aeronáutica para todos los públicos

Al mando 8 El periodista Xavier Sardà, ataviado de comandante, en la simulación del bimotor Baron 58.

Al mando 8 El periodista Xavier Sardà, ataviado de comandante, en la simulación del bimotor Baron 58.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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El periodista Xavier Sardà, a los mandos de un bimotor turbohélice, despegó ayer desde el aeropuerto de El Prat, sobrevoló la montaña de Montjuïc, avanzó luego hacia el norte y acabó volviendo a su lugar de origen en unos 10 minutos. El tiempo empezó plácido, pero luego el viento y la lluvia dificultaron el vuelo hasta el punto de que el aterrizaje, que se sucedió entre vaivenes, estuvo a punto de acabar mal.«¿Me la he pegado o no?», preguntó Sardà al instructor de vuelo que se sentaba a su derecha.«Es que estoy más acostumbrado a otro tipo de aviones», se justificó. Parecía real, pero era una simulación.

El viaje fue un ejemplo de las posibilidades que ofrece el Dutifri Sin Center, un centro de simulación aeronáutica que el propio periodista y empresario inaugurará el lunes en la Gran Via de Barcelona.«Está hecho para vivir auténticas experiencias», presume Sardà.

En las estancias se suceden cinco grandes simuladores de vuelo que, además de disponer de triple pantalla panorámica, imitan los chasis de aviones reales.«Este me gusta especialmente», prosigue el periodista, mientras señala la gran cabina de un Boeing 737. El simulador no solo cuenta con infinidad de palancas y botones, todos con alguna utilidad, sino que la cabina se mueve al girar o en momentos de turbulencias.«Está hecho para que lo lleven dos personas o bien una persona y un instructor». Los tres socios de la empresa, incluido Sardà, tienen el título de piloto y experiencia real en vuelo.

Experimentados y novatos

El Dutifri Sin Center de Barcelona (www.dutifri.eu) está concebido para todos los públicos, insiste Sardà: desde el experimentado piloto que quiere un poco de entrenamiento, al estudiante que aspira a obtener el título y al aficionado a los juegos de ordenador que busca una nueva dimensión. Los simuladores se alquilan por horas.«Los simuladores de vuelo son una pasión para mucha gente»,dice el empresario. Para los novatos, el centro también ofrece entre sus servicios clases teóricas y la ayuda de instructor. Asimismo, Dutifri Sim Center nace, según palabras de Sardà,«con la voluntad de ser un referente tecnológico en su ámbito y se dedica también a la fabricación y venta de simuladores».

En la prueba de ayer, la altura de vuelo de Sardà rondó los 300 metros y la velocidad fue de 220 km/h, aproximadamente, pero los simuladores están preparados para todo tipo de contingencias.«Antes le hemos hecho sufrir un poco», bromearon sus socios Xavi y Jordi.