Cinco detenidos en Marbella por defraudar 60.000 euros con tarjetas bancarias

Cinco personas residentes en Marsella (Francia) han sido detenidas por la Policía Nacional en Marbella (Málaga) por defraudar supuestamente cerca de 60.000 euros con tarjetas de crédito que hurtaban a las víctimas, principalmente de avanzada edad, cuando iban a sacar dinero en cajeros automáticos.

Los detenidos se desplazaban periódicamente a la Costa del Sol, donde permanecían una semana para cometer sus actos delictivos, según ha informado hoy la Policía en un comunicado.

Mediante engaños, los integrantes de este grupo especializado hacían creer a las víctimas que sus tarjetas habían quedado bloqueadas y obtenían el número PIN para posteriormente realizar operaciones con esos medios de pago.

Una vez que conseguían las tarjetas, las utilizaban fraudulentamente en comercios de lujo, discotecas y locales de alterne de la zona o extraían dinero en metálico en otros cajeros. Los productos que adquirían los trasladaban hasta su lugar de residencia en Francia, donde supuestamente los vendían para obtener dinero en efectivo.

La investigación, que ha esclarecido hasta la fecha veintiún delitos de estafa -trece en 2013 y ocho este año- comenzó el pasado verano a raíz de la denuncia de un ciudadano extranjero en relación a diecinueve cargos fraudulentos realizados en su cuenta corriente y cuyo importe ascendía a 3.000 euros.

Al parecer, habían usado su tarjeta de crédito tanto en cajeros automáticos como en locales de copas de Marbella. Los agentes averiguaron que esta red estaba compuesta por hombres de origen magrebí residentes en Marsella que integraban un grupo itinerante que se trasladaba periódicamente hasta Marbella.

La Policía española ha desarrollado su investigación gracias a la colaboración con el enlace francés en España, ya que los arrestados, con edades comprendidas entre los 22 y 34 años, tienen domicilio en Francia.

Al llegar a nuestro país, los detenidos alquilaban un vehículo y lo sustituían por otros cada dos o tres días, con el fin de entorpecer la labor policial, señala la nota.

Según la Policía, elegían a sus víctimas policiales entre clientes de cajeros automáticos, normalmente mayores, que estaban sacando dinero en efectivo en vísperas de fin de semana o fiestas y usaban distintas argucias para acercarse a ellos y hacerles creer que la máquina se había tragado la tarjeta.

Acto seguido, se ofrecían para ayudarle a recuperarla, para lo que le pedían que introdujera nuevamente el código de seguridad y, mientras tanto, distraían a la persona para hacerse con la tarjeta.

Durante dos registros llevados a cabo en esta operación se han intervenido dos vehículos, 3.500 euros en efectivo, ropa de marcas de lujo, zapatos, relojes, cinturones, dos tabletas y perfumes, entre otros efectos.