Norma con rechazo social

El PP cierra filas con el aval de Sanidad a la reforma del aborto

Manifestación contra la reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno del PP, en Madrid.

Manifestación contra la reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno del PP, en Madrid.

MANUEL VILASERÓ
TOLEDO

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El Ministerio de Sanidad y las autonomías del PP dieron ayer el visto bueno a la contrarreforma del aborto impulsada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, con un simple documento técnico-jurídico. El texto se entregó a los consejeros autonómicos durante la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad celebrada ayer solo cinco minutos antes de que se iniciara el debate, lo que enervó a las cinco autonomías no gobernadas por el PP, que se negaron a avalarlo y calificaron de «falta de respeto» la entrega del documento a última hora.

El dictamen aprobado «constata», según explicó la ministra de Sanidad, Ana Mato, que la reforma «no tiene ningún impacto negativo en el Sistema Nacional de Salud». Al contrario, dijo, «mejora el marco legal» actual en tres aspectos: refuerza la información a las pacientes tanto en la contracepción como en los procesos de interrupción del embarazo,  garantiza la prestación de la cartera de servicios manteniendo las actuales prestaciones y aumenta las garantías jurídicas de los profesionales que quieran acogerse a la objeción de conciencia.

Ni una sola observación negativa aparece en el texto y sobre todo, como reprocharon Asturias, Andalucía, Canarias, Catalunya y el País Vasco, no entra en el impacto, según estas comunidades «muy negativo» que tendrá en la salud de las mujeres. Mato se escudó en la petición recibida del Ministerio de Justicia. «No hemos entrado en el tema de fondo porque se nos pidió que informaramos del impacto en las normas del Sistema Nacional de Salud y a eso nos hemos ceñido, lo demás son debates políticos que ya se desarrollaran en el Congreso», adujo.

Lo que sí consiguió Mato con un informe de perfil tan técnico fue evitar que en el consejo volvieran a oírse las voces disidentes de las autonomías gobernadas por el PP que han puesto reparos a la reforma de Gallardón. Extremadura, Galicia y Baleares han expresado más de una vez su disconformidad con la norma, especialmente con la supresión del abortó por malformación, pero ayer ninguno de sus representantes dijo una sola palabra en contra del informe en el interior de la reunión. Y fuera evitaron a toda costa comparecer ante la prensa. Solo apareció el anfitrión, José Ignacio Echániz, consejero de Salud de Castilla-La Mancha, que se ufanó de que la contrarreforma aumente las posibilidades de los contrarios al aborto de acogerse a la objeción de conciencia.

FALSA COBERTURA / Quienes sí hablaron antes y después de la cumbre fueron los consjeros socialistas de Andalucía y Asturias, así como el de Canarias, perteciente a Coalición Canaria (CC). Los tres coincidieron en advertir que se ha llevado la reforma al consejo con el objetivo de darle «una falsa cobertura desde el punto de vista sanitario» cuando el informe no analiza el impacto en la salud de la mujeres.

Faustino Blanco, el consejero asturiano de Salud, mostró su perplejidad por haberse visto en la tesitura de opinar sobre un denso documento jurídico sin tener apenas conocimiento en la materia ni haberlo podido leer. «Hemos pedido que lo retiraran por motivos obvios», clamó.