China lanza el primer satélite de telecomunicación cuántica a prueba de 'hackers'

Lanzamiento del 'Micius', el satélite de telecomunicación cuántica impulsado por China.

Lanzamiento del 'Micius', el satélite de telecomunicación cuántica impulsado por China. / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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Un satélite del tamaño de un pequeño utilitario y apenas 600 kilos abre la puerta a futuristas comunicaciones e impulsa a China a la vanguardia tecnológica global. Del satélite se espera que explore las posibilidades de la física cuántica, muchas aún en el plano teórico: podría eliminar los 20 minutos que requieren las comunicaciones entre la Tierra y Marte, permitir el envío de vídeos desde lejanas galaxias sin necesidad de antenas gigantes, escudriñar qué esconden los agujeros negros o incluso la teleportación, según especula la prensa nacional.

El aparato conocido como 'Micius' en honor a un científico chino que investigó las ópticas más de 2.000 años atrás ha sido lanzado esta mañana desde el desierto del Gobi con los cohetes Larga Marcha. Está previsto que complete órbitas terrestres cada 90 minutos a una distancia de 500 kilómetros, ha informado la agencia de noticias oficial Xinhua.

Durante los dos próximos años permitirá la comunicación segura comunicación seguraentre particulares a velocidades superiores a la de la luz. Pang Jianwei, el físico al cargo del proyecto QUESS (las siglas en inglés de Experimentos Cuánticos a Escala Espacial), aseguró meses atrás que 'Micius' llevará los límites de la ciencia más allá.

“China tiene la obligación de hacer algo no sólo para sí misma sino de explorar lo desconocido”, señaló meses atrás a la revista 'Nature'. Anton Zeilinger, líder del proyecto europeo y mentor de Pang en su época estudiantil, ha confirmado que 'Micius' beneficiará al mundo. “El satélite cuántico probará por primera vez que la comunicación cuántica es posible a escala internacional”, ha asegurado al diario hongkonés 'South China Morning Post'.

PROYECTO COSTOSO

El proyecto nació ocho años atrás en el Instituto de Física Técnica de Shanghái, asociado a la Academia de Ciencias Sociales de China. Pekín, tradicionalmente a rebufo de las potencias occidentales, se ha impuesto en la carrera de colocar un satélite cuántico en el espacio mientras otros gobiernos posponían el oneroso proyecto Una explicación no excesivamente descabellada de la victoria china son las utilidades militares en un contexto de creciente espionaje entre las grandes potencias.

El antiguo analista Edward Snowden ya desveló que la información en las redes de transmisión habituales es fácilmente monitorizada. La tecnología cuántica podría facilitar la primera comunicación totalmente segura. Las partículas quantum o cuantos son unidades indivisibles que conectan directamente sin intermediarios por lo que no pueden ser duplicadas ni separadas. El profesor Pan ha desvelado que hubo de resistir la presión del Ejército de Liberación Popular para preservarlo de su influencia.

CIENCIA FICCIÓN

Una red de comunicación cuántica de 2.000 kilómetros estará operativa entre Pekín y Shanghái este año para conectar a entidades gubernamentales y bancos, según el diario 'China Daily'. Las transmisiones desde el espacio plantean retos mayúsculos por tratarse de una rama del conocimiento que ha dejado de ser una extravagancia de laboratorio pero sigue moviéndose en territorios abstractos. La física cuántica investiga las partículas más pequeñas y muchos de sus comportamientos son sólo abordables desde la teoría.

El satélite permitirá investigar las partículas ligadas o entrelazadas, uno de los aspectos más prometedores de la física cuántica. La teoría sostiene que si dos cuantos están entrelazados, el cambio de estado de uno será replicado inmediatamente en el otro con independencia de la distancia. Las pruebas hasta ahora sólo la han confirmado en partículas separadas por un centenar de kilómetros.

Los investigadores generarán dos partículas entrelazadas en la estación terrestre, enviarán una al espacio y modificarán la otra. Si en el satélite se comprueba la reacción simultánea de aquella quedarán abiertas las puertas a la teleportación espacial. La ciencia ficción, pues, ya estará entre nosotros.