EFECTOS DEL TEMPORAL Y EL DESHIELO

El cerebro de los pantanos

Un centro de control en Lleida, gestionado por Endesa, es el encargado de supervisar el caudal del Ebro y el nivel de los embalses en el tramo catalán del río

El centro de control de Lleida, ayer, en plena gestión de la crecida.

El centro de control de Lleida, ayer, en plena gestión de la crecida.

EVA VISA / LLEIDA

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Los embalses que almacenan el agua del Pirineo son controlados desde un centro operativo situado en Lleida, gestionado por la compañía eléctrica Endesa. En una sala repleta de pantallas, se trabaja estos días bajo máxima presión para prevenir y minimizar los efectos de la crecida del Ebro que tiene en vilo a los habitantes de muchas poblaciones situadas en su ribera.

A pesar de la crítica situación, el ambiente en la sala es tranquilo. Dos técnicos, reforzados estos días por un tercero, siguen con especial atención las 24 horas del día las pantallas que informan del estado de los pantanos de Mequinenza (Bajo Cinca), Flix y Riba-roja, ambos en la comarca de la Ribera d'Ebre, que llevan días aliviando agua para contrarrestar la avenida del Ebro. Mañana estos embalses alcanzarán su máxima capacidad y la situación pasará de alerta a emergencia.

Los técnicos saben que la precisión debe ser milimétrica. Ellos son los encargados de dar las órdenes de abrir o cerrar compuertas, regular caudales, arrancar o parar la maquinaria y vigilar el nivel de los pantanos.

El teléfono del responsable del centro de control, Àngel García, no para de sonar. Él está en permanente contacto con los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), máxima autoridad hidráulica de la cuenca. Este organismo, con sede en Zaragoza, facilita cada hora a los técnicos de Endesa la información de los caudales de los ríos y estos se encargan de prever la cantidad de agua que entrará en los pantanos. En una situación normal, este control se realiza cada 24 horas.

Los ingenieros de la empresa hidroeléctrica trabajan con el sistema automático de información hidrológica (SAIH)m que por medio de sensores colocados en diferentes puntos capta y presenta en tiempo real los datos que describen el estado hidrológico tanto de ríos como de embalses de la cuenca. «Las máquinas son fiables, pero ante esta situación extraordinaria también hay personal permanente en las compuertas de los embalses», explica García.

La gran cantidad de agua que estos días se está desembalsando permite a las empresas eléctricas aumentar la producción de energía. Las turbinas funcionan a pleno rendimiento.