el antecedente

Benedicto XVI será el cuarto Papa que renuncia

Celestino V, fue el primero en dejar la silla de san Pedro hace 800 años; le siguieron Benedicto IX y, hace 500 años, Gregorio XII

Un cuadro del nombramiento de Celestino V.

Un cuadro del nombramiento de Celestino V. / periodico

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El Papa Celestino V se convirtió en el primer Papa de la historia que renunció a su nombramiento. Con motivo de los 800 años de su nacimiento, Benedcito XVI concedió, en abril del 2009, la indulgencia plenaria.

El Papa Benedicto XVI será el cuarto pontífice en renunciar al ministerio papal en la historia de la Iglesia católica, después de anunciar que dejará el Minsiterio el próximo 28 de febero.

El último Pontífice en renunciar fue Gregorio XII, el veneciano Angelo Correr, que dimitió en 1415, dos años de morir.

Los otros casos de renuncia al pontificado han sido los de Benedicto IX, elegido en el 1032 y Celestino V, que renunció en 1294 al declararse carente de experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia.

Benedicto XVI ya explicó en 'Luz del mundo' en el 2010 que un Papa puede dimitir "en un momento de serenidad, no en el momento del peligro". En el mismo documento, ya señalaba que notaba cómo sus fuerzas iban disminuyendo y temía que el trabajo que conllevaba su misión "sea excesivo para un hombre de 83 años".

El primer caso

Celestino V, elegido Papa en 1294, Pietro di Morrone se vió obligado abandonar su vida de ermitaño en la región italiana de los Abruzos para ejercer este nuevo ministerio. En este tiempo fundó la orden de los Celestinos.

Después de 100 días como Papa, decidió abandonar la silla de Pedro, que tenía su sede en Nápoles, para volver a la pequeña gruta en la que pasaba largas horas de oración.

En estos meses se dio cuenta de que carecía del conocimiento del mundo y de las dotes de gobierno necesarias para ser un buen Papa.

Al día siguiente de su renuncia se proclamaba un nuevo Papa, Bonifacio VIII, quien trasladó la sede papal a Roma y persiguió a Celestino, porque había renunciado al Papado, hasta encarcelarlo. Allí murió en 1296. Posteriormente fue enterrado en la Basílica de Santa María di Collemaggio en LAquila.

La tumba en L'Aquila

El pasado 28 de abril del 2009 Benedicto XVI rezó ante su tumba cuando visitó L'Aquila con motivo del fuerte terremoto que asoló la zona. Aunque la cúpula de la Iglesia se derrumbó, tanto las reliquias como la tumba permanecieron intactas.

Durante este próximo año Celestiniano todos los que se acerquen a rezar ante sus restos tendrán la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria.